La cena transcurría como siempre, entre copas de vino, conversaciones sobre el trabajo, entrantes para compartir, risotadas recordando epic moments, más vinoplanificaciones de viajes quedadas, cuando Álex propuso acabar la velada en un nuevo local del centro. A Sara le sorprendió la propuesta ya que ese tipo de sitios no le suelen gustar nada. Unos cuantos rechazaron la invitación y se despidieron y el resto aceptaron encantados.

 

Ana y Jorge caminaban por delante mientras debatían sobre las próximas elecciones. Martina, Claudia y Ricardo caminaban por detrás mientras repasaban la lista de matches de este y su posible triunfo esa noche con una tal Eli.

Sara y Álex se cogían y se besaban, hacía poco había sido su tercer aniversario y lo habían celebrado con un viaje a Cerdeña. Tenían planes a pesar de sus escasos 22 años.

El local estaba a rebosar de gente. Una larga cola para entrar invitaba a dar media vuelta y largarse de ahí, pero Ricardo ya había quedado con la chica y por una vez que ligaba, harían el esfuerzo… se reían.

 

Los celos en los ojos de Sara

Llevaban cerca de 15 minutos esperando y los tacones empezaban a fastidiar. Junto con Ana, Claudia y Martina hablaban y se tomaban la espera con humor. Los ojos se le escapaban inevitablemente a Álex que estaba especialmente guapo esa noche.

De repente, sus cinco sentidos se pusieron en alerta. ¿Y esa?

Una chica alta, con melena dorada, con pronunciado escote y maquillaje perfectamente definido le sonreía y le hablaba. Pero porqué está hablando con esa… ¿de qué la conoce? Joder la tía sí parece sacada del catálogo de Victoria Secret… mira como la mira… si la está devorando… «

– Sara, Sara…

– ¿Qué?

– Que si al final para el puente de mayo os vais a Lisboa.

– No sé, aún no tenemos los billetes

La cola había avanzado y ya entraban. Ni rastro del Ángel de Victoria Secret.

Dejaron los abrigos y se dirigieron a la barra donde cayeron unos cuantos gin-tonics y un par de rondas de chupitos. La música animaba a mover el esqueleto pero todos menos Sara parecían pasárselo bien. Sus ojos y su mente se centraban más en los movimientos y gestos de Álex que del último hit de Rosalía. Sólo cuando había acercamiento con Álex se relajaba.

El cuerpo le pedía más licor y junto con Claudia y Martina se fueron a la barra.

– Ricardo ya está al ataque.

– Pues la chica es mona.

– Sí, sí… a ver qué tal.

El camarero abrió los dos botellines de tónica y una cerveza y mientras las copas se llenaban se giró. Buscó entre la gente al grupo y la melena dorada volvió a su campo de visión. “Pero qué coj****…” Claudia le paró

– Está hablando, no hacen nada, déjalo vivir… si es un cielo.

Se acercaron y Sara se quedó observando, esperando cualquier señal para arrancarle del pelo a Doña perfecta. Algo le subía por dentro, desde lo más profundo, le ardía el pecho y sentía unas ganas locas de gritar… «estaba coqueteando en su cara, sin ningún escrúpulo… ¿de qué va?»

 

La chica se reía, una mano le tocó en el hombro. Se acercó más a la oreja de Álex. Sara cogía con tal fuerza la copa que podría romperla en cualquier momento. Un asentimiento con la cabeza y el Ángel abrió sus alas y se fue entre la multitud buscando a su séquito. ‘Des-pa-ci-to’ y Álex empezó a marcarse unos pasos que pronto le llevaron hacia donde Sara se encontraba.

– Ah, Ahora vienes, ¿no? ¿No estabas ligando con esa pava? Pues vete con esa z****.

 

Los celos en los ojos de Álex

Álex empezaba a estar hasta la coronilla de esperar. «Total, Ricardo al final a todas las espanta…» Cuando una chica delante de ellos se giró:

– Perdona, holii.

– Eh, hola.

– ¿Habéis venido alguna vez?

– No, es la primera, pero vaya cola, ¿no?

– Síííí, la semana pasada estaba igual y al final nos fuimos, pero nos han dicho que el ambientillo y la música están genial, que es lo más.

– Sí, a mi uno del curro me habló muy bien.

La cola empezaba a avanzar un poco y la chica rubia, con medio kilo de maquillaje en la cara, y sin para de tocarse el pelo y con aires de Diva, seguía dándole conversación. Se giró y vio a Sara con sus mejillas espolvoreadas de melocotón, su raya en el ojo y su pelo rizado alborotado hablando con el resto  “qué guapa está con esra camiseta, le queda genial…y yo hablando con esta…»

 – Y sois de aquí o venís de fuera…

Por fin entraron en la discoteca y la perdió de vista. Dejaron los abrigos en el guardaropa.

– Venga Ricardo, que hoy sí que sí.

– No sé tío, me da un poco de corte.

– Unos Jaggers y se te pasa.

 

Tras varias rondas de chupitos se hicieron un hueco en la pista y empezaron a bailar. “Qué la pasa a Sara, está apagada… vengaaa, muéveteee… qué ganas que llegue el viernes” la cogió y le hizo unas carantoñas antes de volver a marcarse una coreografía Con altura.

 

Vio a las tres chicas dirigirse a la barra y Ana y Jorge habían salido a fumar. Ricardo lo daba todo con su ligue cuando una mano se apoyó en su hombro.

– ¡Ey! Hola guapoo… nos volvemos a encontrar.

Parecía que la rubia de la cola también llevaba unos chupitos en el cuerpo.

– Está genial, ¿no? Tu amigo tenía razón, ¿eh?- Sus manos toqueteaban el pelo llevándoselo hacia un lado-  te veo un poco solito…

– ¿Qué? -Sus labios se acercaron a su oreja y le susurraron-

– Que te veo muy solito…

– No, que va, que mi novia y unas amigas han ido a por copas pero ahora vienen.

– ¿Tienes novia?

– Sí, llevamos tres años.

– Pero eso no te impide bailar con una desconocida ¿no?

Su cuerpo empezó a contornearse e invitaba a Álex a pegarse más, él se alejaba disimuladamente «y estos cabrones que no vienen.” Poco a poco, entre contoneo y contoneo iba buscando su contacto

-Oye, que eres muy maja y tal, pero que estoy con mi chica.

Tras una breve conversación asintió con la cabeza y se fue. “Menos mal…  ay joder, si ya están aquí…” se acercó a Sara con el único deseo de comérsela a besos.

 

Los celos en tus ojos

 

Sara se acostó rota. Dolida. Convencida de que Álex le había faltado al respeto.

Álex se acostó roto. Enfadado. Cansado de los celos de Sara.

 

Y tú,

¿También te acuestas convencid@ de lo que ven tus ojos?

 

Si crees que tienes celos y eso afecta a tus relaciones personales, este post te ayudará. 

 

 

 

 

foto chica: Photo by Designecologist from Pexels

foto chico: Photo by Travis Seera from Pexels

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