Todas sabemos que romper una relación no siempre es fácil. A veces la fase de negación en la que entramos una vez cortamos con esa persona se alarga y nos da la sensación que va a ser eterna pero déjame decirte que nunca lo es. 

Nuestra mente es un mecanismo de supervivencia. Sabiendo eso, es lógico que cuando estamos hechas polvo por una ruptura, la mente solo nos refresque aquellos momentos buenos que pasamos con esa persona pero tú y yo sabemos que es importante ponerle el alto a esos recuerdos. 

No se trata de demonizar a nuestro ex (o sí, no sé, depende de lo que haya pasado quizás necesites despellejarle un poco con tus amigas) pero sí poner en orden todos los pensamientos. Voy a darte mis mejores secretos para superar a tu ex de forma definitiva. 

  1. Acepta lo que ha pasado. Claro que hay relaciones que se rompen y con el tiempo vuelven pero muchas otras no: acaban porque realmente necesitan acabar. ¿Cuántas veces nos repetimos que quizás hay otra oportunidad? Todas esas veces nos seguimos aferrando a una cuerda que está prácticamente rota y muchas veces lo hacemos por necesitar esa calma mental que no tenemos cuando acabamos de dejarlo. Necesitamos callar ese ruido que hay en nuestra cabeza, todos esos bonitos recuerdos que nos parece que pueden repetirse pero piénsalo: si tu relación ha acabado es porque había motivos para que lo hiciera. Es importantísimo el lugar desde el que partimos nosotras: Si tienes clara tu valía, si tu autoestima es alta, tendrás claro qué mereces en una relación y qué no, y aunque la ruptura siga doliendo sabrás que tus pensamientos solo intentan mantenerte a salvo pero no están recordando toda la información.
  2. Escucha todo lo que estás sintiendo: No pretendas estar bien desde el minuto uno. Quizás te salga llorar, gritar, dormir, cantar, querer evadirte…Sea como sea, tu mente y tu cuerpo van a querer “salvarte” de esa situación de alguna manera. Es importante que te escuches, respetes en todo momento lo que estás sintiendo como parte del proceso y le des la importancia que necesitan a tus emociones. Una buena forma de hacerlo es escribir una especie de diario donde anotes cómo te sientes. De esta manera te pones en frente tus emociones y eres capaz de darles su lugar. Se trata de saber encontrar un punto medio: Ni debes intentar estar bien el primer día ni anclarte al dolor que sientes, sino darle espacio y aprender a gestionarlo.

  1. Ten control de tus pensamientos: Una vez tengas claro cuáles son tus pensamientos y tus emociones es momento de que tomes el control. A la mente hay que saber escucharla lo justo y necesario. Lo justo para saber qué nos está pasando y tomar acción nosotras. Aprender a decirle: “venga, descansa chata, que ahora me encargo yo” y conseguir salir de ese bucle en el que ella nos sumerge. Claro que al principio te costará pero aprenderás a saber cuándo se está poniendo intensa para poder tomar tú el control y bajarle el volumen a esos pensamientos. Aprende a decirte “esto forma parte del proceso”, “lo que estoy sintiendo es normal pero sé que pasará”, “sé que mi cuerpo quiere lo mejor para mí pero voy a estar bien”…Lo que te ayude, pero ten tú el control.  
  2. Ocúpate: Que no significa que desconectes de ti misma. Ocuparte con planes que te gusten, con personas que te aporten, te servirá para evadirte por un ratito de los pensamientos negativos y también para darte cuenta de que siguen rodeándote cosas muy positivas. A veces confundimos esto con salir todo el tiempo, llevar una vida totalmente opuesta a la que llevábamos antes de la ruptura pero como una forma de evadirnos de lo que está pasando en nuestro interior. Esa no es la solución. El cuerpo y la mente necesitan adaptarse a esta nueva situación. Las rupturas causan dolor, necesitamos transitar ese duelo, por lo que desconectarnos completamente de lo que pasa en nuestro interior no es la solución. Por el contrario, intenta encontrar momentos para ti, para disfrutar con tu gente cercana, momentos que como te decía te recuerden las cosas buenas que tiene tu vida más allá de la relación que acaba de terminar. Esos momentos te reconectarán con emociones más positivas que poco a poco sabrás buscar por ti misma. ¿Recuerdas el control del que te hablé en el punto anterior? Podemos reeducar a nuestra mente con estos ratitos de paz, haciéndole ver lo bien que nos sentimos cuando los vivimos y con los días verás que la intensidad va bajando. 

Y a ti, ¿qué cosas te han funcionado para olvidar a tu ex?

 

Redacción WLS