Hace tiempo os conté que gracias al Sanytol había conseguido evitar que la ropa oliera a humedad. Y oye, es verdad en gran parte. La única pega es que no llegaba a funcionar del todo con cosas como toallas, sábanas o fundas nórdicas. Es decir, telas gorditas que tardan mucho en secar y que ni con Sanytol conseguíamos evitar que olieran regulero.
Así que mi tía me recomendó pillarnos un deshumidificador para evitar este problema que nos traía locos. Si os pasa estaréis de acuerdo conmigo en que es terrible meterte en la cama y que las sábanas huelan a pies (no sabría definir el olor a humedad, es sencillamente asqueroso).
Estuve viendo varios, y al final me decanté por uno mediano: tanto de precio como de tamaño.
No quería un armatroste enorme, pero tampoco uno de 10€ que en realidad no sirve para nada. Así que acabé cogiendo este: BigDry 3000 y estoy bastante contenta.
El diseño es chulísimo. Vaya, es que es hasta BONITO. Y tiene el tamaño justo para ser eficaz, pero poder guardarlo en un armario cuando no lo quieras tener por el medio.
Deshumidifica hasta 750ml al día y tiene una capacidad de 1 litro en el depósito de agua, por lo que habría que vaciarlo más o menos 1 vez al día. Tiene una purificación potente, minimiza la cantidad de partículas nocivas para la salud existentes en el aire por lo que además de la función de secar ropa o evitar que la humedad se coma los muebles, también purifica el ambiente.
Tiene 3 velocidades según tu necesidad y se controla de forma táctil. Es muy sencillito.
Respecto al ruido la verdad es que me sorprendió porque no molesta nada. OBviamente algo de ruido sí hace, pero se te olvida que está ahí.
Ponemos el tendal en una habitación con el deshumidificador durante unas horas, y no solo seca antes sino que tanto la habitación como la ropa huelen genial.
Puedes comprarlo aquí en blanco como el mío, y lo suelen tener de oferta
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