¿Celos a su ex? Les voy a contar como el amigo de mi hermana me utilizó.

Realmente en esta historia no hay Amor & Polvos pero porque no quise, eh.

El amigo de mi hermana me había encantado desde que nos conocimos, un par de años atrás, sin embargo, él tenía novia, otra amiga de mi hermana, además, y yo que soy bastante decente lo descarté por ello.

Siempre hubo miradas, momentos, pero tengo claros mis límites y un hombre comprometido es uno de ellos.

¿Terminaron?

El vaivén comenzó cuando mi hermana me contó que sus amigos habían terminado, el asunto se me antojó extraño porque es uno de esos chicos que, aunque tiene sus luchas con la monogamia,

se le nota a la legua que está enamorado.

Casi inmediatamente después de recibir la noticia, el susodicho comenzó a responder mis historias de WhatsApp e Instagram, y hasta comenzó a escribirme a mi número muy seguido.

No imaginaba que querría darle celos a su ex.

Me tomé todo muy a la ligera, porque si hay algo más prohibido que un hombre en una relación es uno enamorado, así que cuando me invitó a salir, a pesar de lo que me hacía, decliné con un amable:

“no gracias”.

Pero el hombre era persistente y la próxima reunión en la que coincidimos juntos me pisó la falda en todo momento a pesar de que su ex estaba y de que mi hermana nos miraba echando llamas.

grupo cenando

La táctica

Cuando después de servirme un trago y lanzarme una batidita de pestañas, miró en dirección a su ex, entendí que como había imaginado todo era una treta para hacerle sentir celos a su ex.

Me considero una chica comprensiva y empática, y todos alguna vez hemos estado despechados y desesperados, así que no me tomé personal el hecho de que me estuviese utilizando.

Un par de horas después y de que tenía unos cuantos tragos de más me invitó a irnos y acepté con la intención de ayudarlo a llegar con vida a su casa porque obviamente solo no podría.

Una vez ahí pasó lo que imaginaba, hasta lloró por la tía y yo en mi jodido altruismo que era como un karma en mi vida, lo ayudé a acostarse, y hasta a quitarse los zapatos como a los borrachos de película.

celos a su ex

Media hora después de haber llegado, yo salía, y como mi suerte definitivamente estaba maldita, cuando abrí la puerta (con la ropa echa un desastre además por todo el forcejeo de ayudar a un borracho) estaba del otro lado nada mas y nada menos que la chica, con cara de querer arrancarme la cabeza.

Me debatí entre:

  1. Decirle que nada había pasado
  2. Dejarla muerta de celos ya que claramente era lo que él habría querido, darle celos a su ex.

 

Como mi vida corría peligro y no conseguí decidir nada, salí huyendo dejándole el problemón a él, ya que lo había iniciado en primer lugar.

No he vuelto a verlos, pero mi hermana me comentó que habían vuelto, así que supongo que las cosas no le salieron tan mal al borrachito al final.

Anónimo