Yo si quiero, quiero bien o no quiero; porque si abro el grifo me sale a borbotones y soy incapaz de andar al mareo. Si no lo ves claro probablemente es porque es un No, pero no me dejes en tierra de nadie, que aquí no hay bares con tapas y la espera se hace muy larga.

Cuando no sabes si conmigo o sin mi debo interesarte tanto como una partida al Parchís, ¿no será que mareas a una y te gustan otras veinte? Querido, mi tiempo vale oro y tú ya estás a nivel tío Gilito sin saberlo. ¿Pues sabes qué te digo chati? Que me guardo mi oro para comprarme más gafas de sol, porque lo que voy a brillar no se va a poder aguantar.

Y te sonará a topicazo o a hit de Los40, pero mejor sola que mal acompañada valorada, que para entretenerse hay millones de libros maravillosos, sudokus de 22 números y pinzas de depilar; pero para mareos ya me subo al Top Spin que solo son unos minutillos y al menos todavía me acelera el corazón.

Uno es que tiene que venir de casa pensado y sino no molesta parando la vida de los demás, así que cuando yo voy en marcha o te unes o te quedas ahí como un poste telefónico; clavado y obsoleto pero a un lado del camino.

Ya está bien de querer poco y a medias; quiéreme entera como se quieren a las croquetas o aparta que me sirva yo las mías. Pero no pongas la bechamel en la boca para dejarme sin nada, que lo de las dietas de boca yo las llevo mal, pero las de corazón me cuestan un mundo.

Porque, ¿sabes? Yo me quiero, y me quiero bien. Me quiero con la boca grande y bien alto y claro, que es como hay que quererse, y sobre todo con muchas ganas. Me quiero hasta los domingos de resaca y los lunes sin café, ¡eso si es amor del güenoY como me quiero tanto solo me doy cosas buenas y que me hacen bien y feliz, y si no me sumas me restas, el tiempo y la energía, así que Hasta luego chato!. Que me estoy esperando y no me gusta llegarme tarde.