MI ABUELO VIOLÓ A MI TÍA. 

 

Me he criado en el seno de una familia materna que podríamos denominar no normativa. Mi madre tiene 10 hermanos y yo no conocí a mi abuelo. No me han hablado gran cosa de él y las pocas que me han contado, nunca fueron buenas. Mi abuela, con problemas físicos de salud sacó adelante a sus once hijos sola. 

Desde siempre, un primo mío vivió con mi abuela. Tiene una discapacidad física y siempre me han contado que mi tía no pudo hacerse cargo de él y mi abuela lo adoptó. Por este motivo, a mi abuela, que también es la suya, le llama mamá, es quien la crio, pero a mi madre le dice tía. Siempre percibí esta circunstancia como normalizada. Mi primo lleva viviendo con mi abuela desde que era un bebé y seguirá siendo así. 

Cuando he intentado que mi madre me hablase de su padre, siempre se ha mostrado reticente. He notado el dolor en sus ojos. El alcoholismo que padecía acrecentaba el maltrato hacia mi abuela y hacia sus hijos. Especialmente hacia las hijas. Sinceramente, no tengo ni idea por lo que mi madre ha tenido que pasar, no quiere abrir esa herida y yo voy a respetarlo siempre pero un día si pude aproximarme a la realidad de la infancia y juventud que había tenido que soportar. 

Teníamos un evento familiar y, como siempre, me gusta preparar alguna sorpresa sentimental para hacer más especial el momento. Intenté recabar fotos de toda la familia desde la infancia hasta la actualidad para hacer un video bonito. Para ello pedí colaboración entre todos mis tíos y tías. Me llamó poderosamente la atención cuando por primera vez, vi una foto de mi abuelo, solo una única foto. Era exactamente igual que mi primo. 

Como para mi madre hablar de su padre siempre ha sido un tema tabú, le pregunté a mi padre. Él también sabía muy poco de la historia de mi abuelo, pero a lo largo de los años había hilado información. Se enteró que mi tía se quedó embarazada estando soltera, siendo una adolescente, nunca se supo quién era el padre, pero inmediatamente mi abuela adoptó al bebé que era igual que mi abuelo. Mi madre, muchos años después le confesó que había violado a su hermana y que, en ese preciso instante, siendo ella también una niña, decidió irse de casa. 

Con tan solo 15 años comenzó a trabajar y a crear su propia vida, alejada de las adicciones, el maltrato y los abusos. En la mayoría de ocasiones, pensamos que la familia es el pilar, el soporte de tu vida, pero no siempre ocurre así. Cuando mi abuelo falleció, todas las personas sintieron el alivio de que al menos, nunca volverían a sufrir todo lo que habían pasado. Personalmente soy partidaria de hablar todo aquello que nos atormenta, pero entiendo perfectamente que ese día, mi madre, dio sepultura a mi abuelo y con él a todos los malos recuerdos y experiencias.

Los abusos en la familia, es algo que ocurre mucho más de lo que pensamos. Todavía se esconde más por la vergüenza y el dolor que supone que tu propio padre sea la persona que peor te haya tratado de toda tu vida. Pero ya no más.  Ya podía volver a dormir tranquila.

Peñarrubia