¿Cómo debe ser un chichi para que tu chico baje feliz a hacerle una visita?

Esta pregunta me surgió después secarme las lágrimas, un domingo después de que mi novio (hasta hace pocas horas) pusiera una cara de asco y horror al ver mi vulva.

Era un sábado, yo salía de la escuela y él llegaba de una visita familiar y habíamos pasado la semana planeando un sábado de sexual. Yo de 22, el de 24. Yo, una joven inexperta en el sexo, ya que él era mi primer novio y yo nunca había tenido algún contacto sexual con nadie. Y era momento de llevar a la práctica todas esas ideas que por mensajitos hot nos habíamos hecho.

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Llegamos al hotel, solo dejé mi bolso y él ya estaba atrás de mi abrazándome y besándome como tanto me gustaba que lo hiciera. Comencé a besar su oreja, su cuello, sus pectorales y bajé. Yo deseaba hacerle sexo oral a mi novio, el hombre que me volvía loca cuando se peinaba de niño bueno, la única persona a la que le había abierto mi intimidad, en verdad me encantaba y me era muy excitante complacerlo.

Hice uso de mis tantas horas de ver vídeos de “cómo dar una buena mamada” y él lo disfrutaba, lo sabía, me lo decía y yo disfrutaba viéndolo gozar.

Llegó el momento de que me regresara el “favor”. Yo estaba muy nerviosa, era la primera vez que pasaba eso, lo deseaba en verdad. Mi novio (ahora ex) separó mis piernas y metió la cabeza en medio, yo solo podía pensar  “Oh por Dios, va a suceder”. Pasaban segundos que me parecían eternos y no sentía nada, ni un roce de su lengua o dedos. Levanté la cabeza para ver qué pasaba y solo vi la cara de horror de mi novio, ¡no se atrevía a lamer!

En ese momento fue por toallas para secarme “Porque estaba muy mojada y era demasiado asqueroso”. Pensé: “¿Es tan malo que una mujer se moje al sentirse excitada por su novio o por cualquier otra persona?”

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Después de ese incómodo momento me sentí muy mal, sentí el rechazo de mi novio hacia mi cuerpo. Pero lo peor estaba por venir, apenas rozó su lengua y la quitó de inmediato, se levantó de la cama y dijo que las prefería sin vello, que así no iba a hacer nada.

Es ahí cuando me di cuenta con quien estaba tratando, ¡MI NOVIO ERA UN TONTO! Un hombre que recibió educación sexual de Youporn,  un hombre que cree que el vello es antihigiénico y las damas no lo tienen, un hombre que no sabe de biología e ignora que la aparición de vello en ciertas zonas es totalmente natural.

Y pensé: “¿Necesito estar con un hombre al que de doy asco? ¿Qué tiene mi chichi para que lo traten así? ¿Por qué yo si bajo y ni me planteo si su pito es bonito o feo?

Y así tome la decisión de terminar con nuestra “relación” donde no había respeto, cariño ni atención.

Hoy me siento triste por su rechazo, porque aunque mis libros feministas me dicen que soy hermosa, la persona que quería y deseaba me dice lo contrario. Pero también me siento inteligente para saber poner límites, saber que la persona más importante para mi soy yo misma y  que si yo no me amo como soy, nadie lo hará.

Lucía Espinoza