Pues sí, cómo os lo cuento, mi ex publica toda su vida en redes sociales. Y cuando digo toda su vida, es todo, desde que se levanta, hasta que se acuesta, pasando por sus problemas personales, movidas con su pareja actual y casi hasta las veces que va al baño.

Obviamente él puede hacer con su vida y su Instagram lo que le venga en gana, y yo debería pasar simplemente, pero me resulta imposible no cotillear sus historias.

Os pongo en situación: tuve un novio hace muchos años, ambos éramos adolescentes. Estuvimos bastante tiempo, descubrimos el sexo juntos, nos quisimos mucho, pero, por circunstancias de la vida, lo dejamos. Él fue mi primer amor y siempre guardaré un lugar especial para él en mi corazón.

Acabamos de buen rollo, seguimos siendo amigos y, aunque dejamos de vernos, nos seguimos en redes sociales desde hace mucho. Tanto él como yo publicábamos en Facebook pues lo que publica todo el mundo: me voy de fiesta y subo una foto, estoy de viaje en Londres, es mi cumpleaños y me han regalado esto… pero desde hace unos años, él comenzó a estar muy activo en redes por motivos de trabajo, especialmente en Instagram y ahora también en Tik Tok.

Es coach nutricional y dietista, y digamos que se ha convertido en influencer dentro de lo suyo. El problema es que para ganar seguidores ha comenzado a contar su vida personal en Instagram. Es algo que obviamente a mi no me afecta, puesto que en ningún momento ha hablado de mí, pero soy cotilla por naturaleza y no puedo evitar echarle un ojo a las cosas que publica.

Así que he visto retransmitida la pedida de mano de mi ex a su actual pareja, después de un tiempo, la boda y ahora me he enterado de que están buscando ser papás, pero tienen problemas para concebir. Por lo visto, él tiene los espermatozoides vagos y amorfos, esto no lo digo yo, lo cuenta él en su Instagram.

No me molesta que esté feliz, que haya encontrado a la mujer de su vida y que se haya casado, pero a veces me da un poco de vergüenza ajena las cosas que cuenta con todo lujo de detalles.

Y que conste que no hago nada a escondidas, él lo cuenta todo abiertamente, especialmente en sus historias de Instagram. Pero ¿hasta qué punto a la gente que te sigue les interesa ver el parte médico del estudio de fertilidad que te han hecho, o leer los votos que le escribiste a tu mujer para vuestra boda? Pues por lo visto, mucho, porque sus seguidores no paran de crecer día a día.

Yo sigo a otros influencers en redes que también cuentan su vida, pero en este caso, al ser mi ex y conocerlo tan bien como lo conozco, me resulta a veces violento escuchar ciertas anécdotas que cuenta.

Pero una cosa tengo clara, no pienso dejar de seguirle. Es una sensación extraña, pues me resulta incómodo, pero a la vez divertidísimo escuchar sus aventuras. Además, quiero saber cómo acaba esto, si al final consiguen ser padres, si será por fecundación in vitro, vientre de alquiler o adoptarán, pero yo no me quedo sin conocer al retoño de mi ex.