Mi pareja tuvo el diagnóstico de autismo con 25 años, tarde, lo sé. A mí no me vino por sorpresa, ya que es algo que ambos intuíamos, pero aún así supuso retos. Llevábamos ya tres años juntos cuando le diagnosticaron autismo, tres años maravillosos en los que ha habido roces dentro de la pareja que ahora hemos podido comprender mejor con el diagnóstico.

¿Por qué no nos entendemos muchas veces cuando nos intentamos comunicar? ¿por qué le cansa tanto estar con gente si a mí me recarga de energía? ¿qué es el stimming y por qué lo necesita? ¿cuáles son los retos más frecuentes a los que se exponen las parejas con un miembro autista y otro que no lo es? Y, ¿por qué en el show de Netflix “Amor en el espectro autista” no aparecen parejas como nosotros, es que es más común que todas las personas autistas se enamoren de otros autistas o es que simplemente no aparecen parejas como la nuestra?

En mi experiencia personal, todo varía mucho dependiendo de cuáles sean las necesidades específicas de la persona autista y alista (término que se refiere a personas no autistas), qué necesitan y quieren realmente para que funcione su relación.

En nuestro caso nos diferenciamos mucho, por ejemplo, en cuánto tiempo nos gusta estar fuera de casa. Yo soy muy extrovertida, esto es, gano energía estando con gente y en espacios abiertos. Él, a parte de autista es introvertido, lo que hace que pierda energía progresivamente al estar en ambientes con mucho ruido o demasiada gente.

Algo que entendí con él y que tiene muchísima lógica, es que él no se siente tan seguro en ningún espacio como en casa, porque con anterioridad ha sufrido violencia verbal, ataques por su comportamiento, miradas incómodas o de prejuicios y otra serie de mierdas que jamás deberíamos consentir que sufra nadie.

¿Cómo hacíamos para funcionar bien? Yo me iba mucho con mi grupo de amigos a cervezear fuera y hacer planes en exterior, él disfrutaba de su tiempo solo en casa y, de vez en cuando, yo me quedaba en casa con él y él disfrutaba de planes fuera conmigo. ¿La clave? El balance, que a veces es difícil de encontrar, en buscar planes fuera adaptados a él, en sitios donde pudiera estar cómodo, y hacer planes en casa que a mi me estimularan. Creo que es de las cosas que más nos resultaba sencillo equilibrar.

En cuanto a la comunicación, me resultó muy esclarecedor entender que las personas introvertidas, al comunicarse, recurren más a menudo a su memoria a largo plazo o de trabajo, mientras que las extrovertidas tendemos a utilizar la memoria a corto plazo.

¿Qué significa esto? Que mientras yo pivotaba ideas continuamente y hacía frases cortas, él se apañaba mejor expresándose en grandes bloques de información, y le resultaba confuso ese ping pong de ideas. Lo solucionamos dejándole yo espacio para que él expusiera su bloque de ideas todo junto, y él me permitió a mí pivotar más entre ideas y conceptos sin una forma tan “larga” de explicarlas, porque entendía que así yo me comunicaba mejor.

Es un reto, sí, porque muchas veces yo me veo con las ganas de interrumpir, por el mero hecho de que se extiende mucho, y cuando yo le digo una idea corta, él espera más y no sabe cómo responder a ella sin dejar que yo sea la que la extienda, porque siente que falta información para poder dar su opinión.

Una persona autista lee de una forma diferente los diálogos, no tienen por qué conocer de antemano ese significado social no escrito que hemos aprendido por pura exposición. No tienen por qué saber leer entre líneas de la manera en que todo el mundo parece hacerlo, porque su cerebro funciona de una manera diferente, fin.

¿Eso quiere decir que sean ellxs siempre los que se tienen que estar adaptando al resto del mundo? No, para nada, y suele ser así. Son ellos los que sufren en adaptarse a un molde social que no incluye su realidad, y entiendo perfectamente que estén hartos de hacerlo.

Por eso yo quería esforzarme en hacerlo mejor, en entenderle, en saber qué necesita y cómo, para que sea un ejercicio equilibrado entre ambos. Algo que ayuda mucho es intentar no dar por sentado que van a entender las cosas de la misma manera que tú, preguntar mucho si tal cosa tiene sentido, cómo ven tal otra, si se me ha entendido bien, y evitar lo máximo posible los dobles sentidos o la información contada de una manera pero que en realidad quiere decir otra cosa (algo muy común).

Intentar ser lo más claros posibles en el lenguaje ayuda a que todo fluya mejor, y con claridad me refiero a claridad de verdad, a si quieres una cosa decirlo tal cual, a que si te ha molestado otra no esperar que lo adivine, a si quieres hacer algo juntos por tu cumpleaños comunicarlo y no contar con que va a salir de él.

El stimming es una forma de autoestimulación para un niño o adulto con autismo, una serie de movimientos o ruidos repetitivos que les ayuda a calmarse.

Viene muy bien que tengan objetos que les ayuden a regularse, como una pelota antiestrés, un anillo, una goma del pelo… Cuando mi pareja necesitaba esa regulación, yo le ayudaba a buscar espacios más tranquilos, si era lo que él quería, no le juzgaba cuando hacía los movimientos que necesitara (parece super obvio no juzgar a tu pareja, pero cuando las cosas se salen de lo que la sociedad considera “normal” mucha gente tiende a verlo directamente como negativo y ya hacen reproches o miran con disgusto) y le apoyaba incondicionalmente.

También inventamos un par de símbolos manuales para entendernos en situaciones de mucha estimulación para él, porque a veces le es difícil hablar. Un gesto servía para decir: “necesito que no me toques”, y otro para comunicar: “estoy sobre estimulado, prefiero no hablar en un rato”. Esto realmente le ayudó a comunicarse conmigo en esos momentos en los que ya de base tiene ansiedad.

En resumen, una persona autista es más probable que se entienda de forma más fácil con alguien autista, pero eso no quiere decir que sea imposible tener una relación de amistad, romance o cualquier otro tipo con una persona que no sea autista. Solo hay que poner ganas y trabajo, y entender que en muchas ocasiones simplemente no nos hemos entendido bien, no que la otra persona tenga malas intenciones o de forma deliberada esté haciéndonos daño. Somos personas diferentes, construyamos puentes para entendernos mejor.

Te falta perreo.