Vengo a recomendarles una terapia que a mi en lo personal me ha resultado de lo más efectiva. Primero voy a empezar por contarles por qué necesitaba “terapia”.

Estoy en esa etapa de mi vida con 20 y pico de años, en la que siento que no avanzo, tengo trabajo, pero no me promueven, me enrollo con tíos, pero no llego a nada serio, quiero perder de peso y no logro, y en resumidas cuentas, siento que estoy exactamente en el mismo lugar que hace un año. O dos. o tres. 

Si me preguntan a mí la razón de mi situación, diría que es la suerte de mi vida, que mercurio para mí siempre es retrógrado o que no tengo los chakras alineados. Si le preguntan a mis amigas, les dirían que la única causa de mis problemas o mejor dicho estanque, soy yo y solo yo y mi actitud pesimista y poco aventurera.

Teoría que yo he refutado con vehemencia. Pero para probar su punto, me retaron a decir que si a todo por una semana, y yo, con más tragos encima de los que mi cuerpo puede soportar (otro aspecto de mi vida que necesito mejorar) acepté.

En resumidas cuentas, me fue así:

Hay un tipo en la oficina que me encanta y que me ha invitado a salir varias veces, pero yo, que soy muy cobarde para romper las políticas de no fraternización de la empresa, no me atrevía a decirle que sí.

Pues una de mis amigas debe haberlo dateado de que estaba obligada a decir que sí a todo, porque después de haber desistido y pasar de mí por un par de meses, se sentó a mi lado en el comedor y me invitó de nuevo. Fuimos a comer sushi, me hizo reír hasta que boté lo que estaba bebiendo por la nariz, y no me he acostado con él aún, pero por cómo besa y toca, la cosa promete.

Envié varios Cv en un par de días y me llamaron de tres empresas distintas, me gusta mi trabajo, no quiero renunciar, pero que otras empresas me quisieran y me hicieran ofertas me dio el valor para plantarle a mi jefa y decirle que había recibido un par de ofertas de trabajo, y como ahí no veía oportunidad de crecimiento, lo estaba considerando. Suena muy guay, pero se lo dije de forma muy respetuosa y honesta y zaaaaaz, dos días después me ofreció la promoción que tenía tiempo esperando. 

Tras rechazar a una amiga por meses (una de las “retonas”) finalmente accedí a unirme a un gimnasio con ella, no me había animado antes porque mis finanzas están apretadas. Es muy pronto para ver resultados, pero el par de semanas que tengo asistiendo he notado que estoy menos ansiosa, pienso menos “de más” y duermo mucho mejor. Independientemente de que saque o no el culo que tanto necesito, ya me está encantado. 

Recomiendo altamente hacer este ejercicio de comportamiento al menos de vez en cuando, definitivamente a veces, al menos en mi caso, las jaulas son mentales.

 

Anónimo