Ir al pueblo a veces es un sufrimiento y es que hay viejas del visillo con más capacidad para detectar grasa en las cartucheras que el centro nacional de inteligencia iraní.  Y claro. una intenta pasar por las calles menos transitadas, caminos de tierra y demás, pero no hay ser viviente que se escape a sus radares de espionaje (o a los perros que seguro que ponen aposta en la puerta por si alguien pasa) y te toca pararte a saludar como buena señora educada.

engorda

– Ay, qué linda eres. ¿Estás más gordita, no? Pero estás muy guapa hija, te sientan muy bien.

Y ya no hay vuelta atrás. Si la vieja del visillo te ha visto mientras estaba «asomá» (aka haciendo la guardia rutinaria en la puerta) ya asume que se va a enterar todo el pueblo y parte del vecino. Están entrenadas por la unión soviética para extender rumores más rápido que la pólvora.

Historias de viejas del visillo aparte, ¿por qué hay tanta falta de empatía en el mundo? ¿Por qué cuando sufres y estás mal todo el mundo mira hacia otro lado, pero si tu aspecto cambia son los primeros en hacértelo notar?

Nadie nota tu dolor o sufrimiento pero engorda y ya verás como todo Dios se entera.

Al final te das cuenta de que con la ansiedad, el estrés y las enfermedades mentales hay un tabú enorme a pesar de estar en pleno siglo XXI. Producen incomodidad, hacen que la gente gire la cara y finja que no existen, porque es más cómodo pretender que no pasa nada antes que asumir y afrontar un problema real.

Pero eso sí, los dos, tres o cuatrocientos kilos que engordas en navidad sí que son importantes y sí que merece la pena que te lo digan. Porque es OBVIO que tú no lo sabes.

Así que hay que darle las gracias a esa gente que se preocupa por nuestra salud física. Tú pensando que la lavadora te encogía la ropa porque últimamente los pantalones cuestan más de lo normal en cerrar o directamente no te cierran y resulta que va a ser porque has engordado un poco…

y ya mejor no hablar de que en tu casa no tienes espejos en los que mirarte por las mañanas y verte el cuerpo.

Pues no amigos del mundo, NO.

Sabemos si hemos engordado al igual que somos los primeros en notar si hemos perdido un par de kilos. ¿De verdad creéis que os vais a dar cuenta vosotros antes que nosotros? ¿Os hemos pedido vuestra opinión? ¿No, verdad?

Po’entonce, pa’que te metes.

@Pau_aranda21