Una vez leí un estudio, de una de esas universidades de nombres impronunciables que tienen mucho tiempo libre, que decía que los mayores deseos de la población eran comer sin engordar, y vivir sin trabajar. Y puede que tengan razón, no le he preguntado nunca a nadie.

Pero en mi caso, mi deseo más anhelado no es más que poder cagar en paz. Mirad si me contento con poco.

Y es que no tengo pruebas, pero tampoco dudas, de que en mi baño hay una cámara oculta a la que todos tenéis acceso menos yo.

Da igual la hora, el día de la semana, o la posición de Marte con respecto a Venus. Si quiero defecar, algo va a impedir que pueda hacerlo en paz.

Es verdad que yo puedo cagar varias veces al día, por lo que tengo más probabilidades de ser interrumpida que mi marido, que va una vez al día y gracias. Pero os prometo que lo que pasa empieza a ser preocupante.

Ya es que hasta voy al baño sin ni siquiera pensar en ello por si acaso es que me controlan la mente.

En el momento en el que mis pantalones tocan el suelo, me quito las bragas y me siento en el trono, algo o alguien van a requerir de mi presencia.

Por ejemplo, mi niña. La chiquilla prefiere a su padre y suele ignorarme, pues si estoy cagando decide venir a darme un beso (solo me ha dado 3 besos en su vida, siempre cagando).

O mi marido tiene la necesidad imperiosa de entrar a decirme que ha apuntado la leche a la lista de la compra.

O el paquete de Amazon que llevo esperando toda la mañana decide aparecer justo cuando entro en faena.

O los testigos de Jehová/vendedores varios/recolectores para beneficencia llaman a la puerta justo cuando el choricillo está empezando a asomar.

¿Y los teleoperadores? Me los imagino en su oficina. ¿Preparados? ¡Parece que Andrea quiere cagar, que alguien llame rápido, por favor! Es que no se pierden una.

Y estoy convencida de que me observan por una cámara porque nadie viene a darme besos cuando estoy fregando el baño. O si ven que estoy frotando la ropa que mis enanos han llenado de mierda (literalmente), no me llaman para venderme una máquina purificadora de agua, no. Cualquier estancia en el baño que no implique la lectura de los ingredientes del champú la puedo hacer sin ningún tipo de problema.

¿Será que hay alguien por ahí en contra de los bosques, y por eso no puedo plantar un pino en paz?

Andrea.