Esta es una de las frases más repetidas en mi vida desde que cumplí los 25 años en todas las bodas de primos, amigos y conocidos. Entonces yo contestaba «el mío no se pasa, es Brillante». Ahora con 37 que me lo dicen sin rodeos y donde sea contesto «mira, es que yo soy más de croquetas, que quieres que te diga», aunque también utilizo la variedad «es que yo con el arroz que se pasa me hago croquetas». La gente erre que erre con el arroz y yo con las croquetas y así andamos.
Primero está el tema de la boda, o el de no boda en este caso. Que a qué estoy esperando me dicen algunos, pues mira no sé… a que aparezca en mi vida un hombre en condiciones ¿por ejemplo? Si digo eso, inevitablemente escucho que no me preocupe, que ya aparecerá alguien, que casamiento y mortaja del cielo baja (tela con la frasecita de marras). Y ahí es cuando yo me pregunto: ¿De verdad se me ve preocupada? o ¿es que les doy pena? Porque yo creo que no doy esa impresión, la verdad. En fin, esto me lleva a la conclusión de que hay personas que no entienden que se pueda ser feliz sin tener un hombre a tu lado. Que sí, que si lo encuentras de lujo pero que si no aparece hay que disfrutar de lo equivocado hasta encontrar lo adecuado, como leí no hace mucho en algún lugar que no recuerdo y si no aparece lo adecuado pues disfrutaremos de lo equivocado todo el tiempo, la cosa es disfrutar.
Luego está el tema de ser madre, que ahí por lo visto sí que es importante el arroz y da igual si tienes pareja o no y por lo tanto no nos escapamos ni solteras ni casadas. Que cuando quiera no voy a poder me dicen. Además si estás soltera (como es mi caso), también tienes que aguantar que te digan «anda tonta, si hoy en día no hace falta un padre para tener un niño» y claro que no, hasta ahí llego, pero es lo que yo suelo responder siempre «lo que hace falta no es un padre, sino el sueldo de un padre», que no es lo mismo compartirlo todo (gastos, noches sin dormir, catarros, virus…) que hacerlo tú sola. Ojo! que a aquellas que son capaces de hacerlo solas les digo que ole sus bemoles, pero que yo… como que no.
Y es que yo me pregunto por qué está mal visto que una mujer de mi edad (tampoco son tantos no?) no haya tenido hijos (ni pensamiento de tenerlos) ni esté casada… ¿tan raras somos?. Creo que hay mucha gente no concibe aún la idea de una mujer libre a la que no le apetezca, no haya podido o no se le haya dado la oportunidad de ser madre o casarse. Y sí señores, hay más alternativas a las tradicionales.
¡Así que vivan las croquetas, las ensaladillas y los boquerones en vinagre!
