No puedo parar de mirar sus redes sociales y esperar un «me gusta».

He empezado un nuevo trabajo hace unos meses en el que trabajamos principalmente en remoto, solo vamos algunos días sueltos a la oficina, aunque yo estoy yendo con mucha frecuencia pues mi jefe suele ir a diario y me está enseñando las tareas.

Cada día no tengo con quien comer pues no conozco a nadie y la verdad es que me siento muy sola, así que me he propuesto contactar con gente con la que coincido por trabajo y que también estén en la oficina y proponerles comer juntos. Me daba mucha vergüenza pues se lo he propuesto a personas que parecen de mi edad pero con las que no había hablado nunca.

Uno de los chicos que me dijo que por supuesto, que encantado de comer conmigo, se llama Lorenzo. Lorenzo viene de vez en cuando a comer conmigo y la verdad me hace mucha compañía. Nunca hablamos de nada privado, más bien de cosas curiosas del trabajo, pero me gusta comer con él.

El caso es que he pasado de comer con él a que me guste para algo más. En el trabajo tenemos un chat, el cual estoy constantemente mirando por si me envía un mensaje. Me escribe algunos días, pero tampoco se caracteriza por ser una persona que me escriba mucho. Es más, algunos días le mando un mensaje y ni si quiera me contesta. Creo que me he obsesionado con él.

redes

Constantemente le explico que tengo un Instagram en abierto, a ver si pilla la indirecta y le da por buscarme o seguirme. Entonces si se lo digo un viernes, me tiro todo el fin de semana ilusionada mirando las redes a ver si tengo un seguidor nuevo, un ‘me gusta’ o a publicar historias para ver si me ve de ‘incógnito’ y le da cosa seguirme. Pero nada, que no hay ni rastro de Lorenzo.

Me encuentro nerviosa por dentro, intranquila, obsesionada por alguien a quien no conozco, más que esa careta que se pone en la oficina y me habla de trabajo, y no me dice nada más. No sé si tiene novia, o incluso si está casado y tienen hijos. Tampoco sé cuales son sus aficiones, si hace deporte, o si le gusta viajar.

En ocasiones tiene gestos hacia mi que me hacen pensar que le gusto. Pero son gestos fugaces. A veces le pillo mirándome fijamente y en cuanto le miro, aparta la mirada con susto. O si estoy hablando algo personal con un compañero noto que pone atención a escondidas. Claro que cuando esas cosas pasan, me ilusiono aún más y mis boberías aumentan.

redes

Cuando me voy a dormir me imagino historias con él, como motivos por los que podríamos acabar durmiendo juntos. Un viaje de negocios, un grave peligro que hace que tengamos que dormir encerrados en la oficina los dos solos, que me caiga mientras estamos comiendo juntos y me tenga que acompañar en ambulancia al hospital. Pues eso, cosas que te ocurren todos los días y que son totalmente normales con una persona que no tiene interés en ti.

Vivo pendiente de un teléfono móvil, de las redes sociales, con una ilusión absurda, por una persona que no me hace ni caso. Y encima, no me siento bien.

 

Anónimo

Envía tus movidas a [email protected]