Antes de empezar voy a hacer un pequeño disclaimer: no soy médico ni experta en el tema, ni pretendo serlo, si la disfunción eréctil es un tema que os preocupa como pareja, acudid a un profesional especializado.

Yo vengo aquí en calidad de amiga, para daros consejos sobre mi experiencia acompañando a un chico que tuvo impotencia el primer fin de semana que nos vimos, lo que suele conocerse como ansiedad de rendimiento. En su caso, la impotencia fue causada por el estrés psicológico de conocer en persona a una chica que le gustaba mucho y a la cual quería impresionar en el sexo.

En primer lugar, el sexo no debería ser algo para impresionar, si no para disfrutar y vivir de forma relajada, pero entiendo las presiones sociales y personales que se vinculan al sexo.

La impotencia temporal por estrés, ansiedad, o en su caso, por presión ante una nueva amante, es más común de lo que puede parecer, así que el primer consejo que os doy, tanto si eres tú, lector, una persona con pene, o si tenéis relaciones con una que lo sufre, es la calma. Es normal, es natural, es una respuesta fisiológica al estrés, nada más. Es importante no tomárselo a lo personal por ninguna de las partes: no tiene nada que ver con que le gustes más o menos.

Hay personas que lubrican más que otras, de forma natural, y no tiene que ver con nuestra líbido, simplemente somos así. Pues en algún momento la impotencia aparece, porque la vida es muy estresante señores, y hemos trasladado ese estrés al sexo también.

Algo que hice yo es relajarle, después de masturbarle en varias ocasiones y que se le bajara continuamente, de probar a ponerle el condón y nada, le dije que es algo normal, que no pasa absolutamente nada, y que podemos probar más adelante.

Le di un super abrazo, le besé entero, y le dije que podemos acostumbrarnos juntos, ver cómo se siente, y si no es posible, hacer otras cosas de la multitud de posibilidades que brinda el sexo. También entiendo que ocurra con la enorme presión que se pone hacia el pene, como si fuera el aparato central sobre el que pivotan los encuentros sexuales, si lo tomásemos como un añadido, simplemente, una opción de las muchas, podríamos relajarnos todos bastante.

Después de un rato relajados, hablando, nos volvimos a besar, acariciar, tocar. Volvió a crecer, pero entonces se la comí durante un rato relajadamente, y cuando pasó un tiempo, simplemente le dije que si le apetecía volver a probar.

Le remarqué varias veces que no pasaba nada si algo no iba del todo como esperábamos, pero que entre él y yo no había expectativas, que se olvidase de todo, aunque es difícil, y se centrase en disfrutar.

Sé muy bien que para la persona que acompaña puede resultar frustrante, porque hay que acompañar, porque te apetece mucho y cuando pones el condón ves que se baja otra vez, o la metes y al segundo movimiento ya se ha bajado también, pero es importante empatizar y entender que la otra persona lo está pasando mal, y que ella es la primera que desea que la erección dure y vaya todo bien.

Si después de varios encuentros sigue persistiendo el problema, sí que recomendaría visitar a un especialista, pero en la mayoría de los casos es algo psicológico que se soluciona con paciencia, amor, intentos, cariño y cuidados. Ni más ni menos. Y, por supuesto, con 0 presiones.

Anónimo

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