Yo siempre he alucinado con la capacidad que tenéis las madres, de verdad.

Varias de mis amigas han tenido niños y no puedo dejar de sentir auténtica admiración por ellas y por lo fuertes que son (física y emocionalmente).

Primero por pasar por un embarazo y aguantar que todos los satélites de turno te digan cómo tienes que llevar tu embarazo.

Segundo por pasar por un parto y un postparto y aún estando destrozadas ser capaces de estar por y para sus niños. No quiero ni mencionar lo jodidamente duro que tiene que ser, pasar por un postparto jodido y darte cuenta de que eres completamente invisible porque las únicas necesidades que cuentan ahora, son las de tu bebé. Bueno, no quería mencionarlo pero lo he soltado.

Y tercero, conciliar cualquier cosa con ser madre, es toda una Odisea.

Vamos a ver, por ejemplo, en el caso de las madres que tienen pareja. Mantener una relación sana y completa con tu pareja y encontrar los momentos para no perder a la pareja en el transcurso de una maternidad es toda una puta aventura.

Si a eso le sumas el trabajo que requiere una casa e intentar mantener parte de la rutina de vida deportiva o social que tan feliz te hacía antes de ser madre, pues apaga y vámonos.

Yo cuando estoy con mis amigas que son madres, no puedo sentir por ellas otra cosa más que admiración, porque lo que hacen a diario me parece algo inaudito. No entiendo como todo el sacrificio que supone ser madre está tan normalizado, no me cabe en la cabeza como la maternidad es tan obviada y normalizada por la sociedad. ¿Somos conscientes de la fortaleza de estas mujeres?

Y lo que me parece aún más de peli de Marvel, son las mujeres que se incorporan a su vida laboral y lo compaginan con su maternidad.

Pero vamos a ver ¿Cómo es posible? ¿Cómo coño lo hacéis? ¿De dónde habéis salido? 

Pensemos por un momento, que no es una mujer a la que sometemos a todas estas cosas. Pensemos que es un hombre el que se somete a 9 meses de cambios hormonales, cambios de humor, incomodidad física y mil historias más.

Después de estos 9 meses, tiene que sacar de su cuerpo a un ser humano mediante un proceso duro, violento y muy crudo. Por si esto fuera poco y además de las complicaciones del parto, este hombre pasará por más de 4 meses de inestabilidad emocional, física y hormonal ¡Pero ojo! Mientras se recupera de algo tan brutal será totalmente responsable de su bebé y de su hogar.

No sé tú, pero a mí me cuesta creer que muchos hombres pudieran llegar a este punto sin pegarse un tiro.

Pero lo que creo firmemente es: que además de pasar por todo esto, si un hombre fuera capaz de además incorporarse al trabajo, sería reconocido como un puto superhéroe e incluso sería premiado con un aumento salarial.

Piénsalo lento y profundo.

Conciliar la maternidad con la vida laboral no es sencillo ¡Qué coño! La maternidad no es sencilla. Y lo que me parece increíble es que a día de hoy no se reconozca el gran esfuerzo y sacrificio que hacen millones de mujeres a diario.

Pensemos por un momento ¿Cómo se percibiría o se premiaría este sacrificio y esfuerzo si no fuera algo asociado el género femenino?

M.Arbinaga