A veces me sorprende reencontrarme con viejos tópicos de la masturbación y me deprime al mismo tiempo recordar que no es una práctica tan generalizada en las mujeres como quiero creer. Resulta que la masturbación en los hombres se asume y la de las mujeres se intuye, y es que está bien visto que los hombres se masturben, pero las mujeres no. Es fácil pensar que me equivoco amparándose en que vivimos en una sociedad muy avanzada, pero la realidad es que a día de hoy el pensamiento en relación a lo sexual sigue estancado en siglos atrás. Esta creencia no ha desaparecido, y muy a mi pesar dudo que lo haga en un futuro próximo como no cambiemos el chip y por ende, modifiquemos también la educación de las nuevas generaciones.
“No, si yo sé que masturbarme no está mal”. ¿Sabes qué? Si de verdad creyeras que no está mal ni siquiera te plantearías que no está mal. ¿Acaso te planteas que está mal beber cuando tienes sed? Creo que ya nos vamos entendiendo.
En ocasiones las cosas que crees que tienes muy asumidas luego, cuando rascas un poco, resulta que no. “¡Eh, espabila! ¡No disfrutas del sexo ni sabes qué es un orgasmo porque tienes asumido algo que no es cierto!” Entonces abres los ojos y decides que es hora de disfrutar de tu cuerpo, ese al que has estado privando de todo placer por una idea estúpida que hubieras arrastrado toda la vida si no llega a ser porque en un momento dado te revelas y te quitas la mochila de los mitos, los tabúes, los tópicos, los estigmas y la opresión y coges el camino de la libertad y la aceptación; el camino de la reconciliación con el propio cuerpo.
¿Todavía no sabes por qué deberías masturbarte? A mí se me ocurren unas cuantas cosas.
Deberías masturbarte…
Porque tu cuerpo es tuyo y tienes derecho a experimentar placer con él.
Porque no eres ninguna “guarra o puta” por hacerlo.
Porque sentir deseo y excitarse es algo sano y natural.
Porque tener sexo con uno mismo es de las mejores experiencias que tu cuerpo te puede aportar de forma natural.
Porque las sustancias que segregas durante la masturbación ayudan a mejorar el estado de ánimo.
Porque ayuda a conocer tu potencial sexual.
Porque la sensación de bienestar que aporta sentirse a gusto con una misma y su sexualidad permite reducir el estrés y la ansiedad.
Porque es el mejor tranquilizante natural más efectivo que existe a día de hoy.
Porque sólo así vas a aprender a llegar al orgasmo.
Porque nadie va a venir a regalarte orgasmos por arte de magia sin que tú sepas antes cómo obtenerlos. Nadie es adivino y ninguna técnica es universal.
Porque ayuda a conciliar el sueño gracias a la liberación de prolactina.
Porque aunque tengas pareja, ésta no es dueña de tu cuerpo ni decide cuándo puedes obtener placer y cuando no.
Porque ayuda a mantener en forma el suelo pélvico.
Porque masturbándote no haces daño a nadie.
Porque fortalece el sistema inmunitario y previene enfermedades
Porque observar las respuestas de tu cuerpo durante la respuesta sexual es fascinante.
Porque mejora el aspecto físico gracias a las sustancias segregadas durante el proceso de la respuesta sexual. Te verás más guapa.
Porque tienes derecho a aprender dónde y cómo obtener placer.
Porque no te vas a quedar ciega, ni te van a salir granos, ni ninguna otra cosa extraña que te imagines que no se haya contrastado antes con un especialista. Hay muchos bulos acerca de la masturbación.
Porque el orgasmo es el mejor analgésico natural que existe a día de hoy; alivia el dolor de cabeza, entre otros.
Porque ayuda a quererte y respetarte cada vez más.
Porque permite mantener niveles elevados de deseo y ayuda a tener unas relaciones sexuales más satisfactorias.
Porque la vida ya es demasiado amarga como para prohibirse endulzarla con otros placeres.
Porque para sentirse mal hay otras muchas cosas.
Foto de portada: Kein Trinkwasser