Dicen que cuando llega el calor, los chicos se enamoran. Todas sabemos que esto es un claro eufemismo que viene a decir que en verano estamos más salidos que la punta de un lápiz, y eso nos lleva a tomar medidas desesperadas. O no tan desesperadas, porque ¿quién no ha echado un polvo alguna vez en una tienda de campaña? Pues si no lo has hecho, vengo a darte una información que te quitará esa idea de la cabeza. 

tienda de campaña

  • Lo primero, el calor. ¿Cuándo te vas de camping? En verano. ¿Qué pasa en verano? Pues que hace calor. Creo que todas lo estamos comprobando ahora mismo. Pues una tienda de campaña cerrada y al sol, es un puto horno. No hace falta ser ingeniero aeroespacial para saberlo. Y si te pones a hacer actividad física en su interior, eso se puede convertir en una sauna turca muy interesante. Así que a menos que quieras eliminar toxinas, no te lo recomiendo. Puedes irte a una zona apartada (o no tan apartada, si te mola que te pillen haciéndolo) y montártelo con la cremallera de la tienda abierta para que corra el aire. Pero donde esté una habitación con su aire acondicionado, que se quite lo demás.
  • El suelo. Si lo que os gusta es hincar rodilla y que se os queden unos buenos moratones, la tienda de campaña es vuestro sitio ideal para practicar el acto del amor. Una se imagina que por asentarse en un prado verde del anuncio todo va a ser confort y armonía y luego se encuentra con un suelo más duro que el pan de siete días. Por no hablar de si te vas a un descampado lleno de pedruscos. No es nada agradable que te estén dando ahí lo tuyo y de pronto notar un bulto clavándose en medio de nuestra espalda. Todas sabemos cuál es el único bulto que queremos que nos claven, y no en la espalda precisamente. Y diréis: “pues usa un colchón hinchable y ya no te pasará eso”. Ay, amigas, esto es otro punto a tratar.
  • El colchón hinchable suele ser de plástico, y una cuando se va de camping, tampoco es tan fina como para llevarse sus sábanas recién lavadas con olor a suavizante. Al campo se va a ser guarros. Que oye, si tú te las llevas, haces genial, podrás tener sexo más confortable. Con el plástico del colchón, si ya teníamos calor, ahora más. Esa capa de sudor que se genera entre tu piel y el PVC no tiene precio. Además, con el roce del sube y baja y del mete-saca a una le acaban saliendo rojeces en zonas estratégicas. Por no hablar del ruido que hace, que a veces parece mejor la cama de los años sesenta que tiene mi abuela en la casa del pueblo. 

tienda de campaña

  • Follar tan salvajemente que la casa de venga abajo suena muy bien, pero que se te caiga la tienda encima no es tan apetecible. Esto ya depende de lo pro que sea tu tienda y de lo bien que sepas fijarla, pero como te compres una de estas del Decathlon que para abrirla tienes que lanzarla al aire, con todo el movimiento que se va a generar durante el acto, la infraestructura puede acabar en Cuenca, con vosotros dentro. Estar en otra dimensión mientras me están comiendo todo el asunto y de pronto notar un trozo de lona cayendo sobre mi cara is not my passion. 

Seguro que se os ocurren (u os han pasado) mil inconvenientes más. Aún con todo, no seré yo quién os quite la ilusión, y si queréis vivir la experiencia ¡¡a tope con ello!! Al final el sexo tiene que ser divertido y eso es lo único que importa.

 

LOVELY RITA