Tengo que rendirme a la evidencia: estaba equivocada. Todos los fanáticos de gimnasio no son iguales. Oh, descubrimiento: ¡un colectivo presenta diferencias entre los individuos que lo componen! Y sí, estoy utilizando la ironía y lo haré más veces a lo largo del texto.
Resulta que hay chicos que practican deporte con regularidad, que cuelgan en sus redes fotos de las múltiples actividades que realizan al aire libre y que exhiben con alegría su cuerpo bien definido… a los que les gustan las chicas gordas. Concretamente, a un par de sujetos que tengo en mente les gusto yo.
Sí, otras chicas habían hablado de este fenómeno pero yo veía en ellas únicamente la excepción a la regla. Porque a un hombre que cuide su cuerpo no le puede gustar el mío con mi flotador y mis tetas no musculadas. Porque claro, ya sabemos: los guapos se juntan con las guapas, las flacas con los flacos, los altos con los altos, las bajas con las bajas, las peras con las peras y las manzanas con las manzanas… ¿O no era así?
Me confieso prejuiciosa (ya lo digo yo, así que sed más originales en los comentarios) y un tanto acomplejada en este sentido por pura comparación. Porque sí, yo me hago fotos con todos mis músculos pero, vergonzosos, se esconden bajo capas de grasa. A ver si me explico: no cuestionaba que un hombre atlético pudiera enamorarse de mí (o de cualquier otra mujer, claro, pero ahora estoy hablando de mí) a largo plazo, conquistado por mi carácter arrollador… Pero lo de gustarle por unas fotos y en la primera cita… eso sí me costaba más aceptarlo. ¡Chico, que no me conoces! ¿Te gusto? ¿Te gusta mi cuerpo? Pues resulta que sí.
Y antes de la primera cita ya han aguantado con paciencia todas mis preguntas, completamente innecesarias:
–Tú sabes que yo no hago deporte, ¿verdad?
–¿Has visto que en tipo de cuerpo pone con kilos de más, que estoy gorda, vamos…?
–¿Ya has visto mis fotos (entre ellas una de cuerpo entero que no deja lugar a dudas sobre mi volumen)?
A todas responden que sí, claro, porque no son tontos y sí, le han dado al like después de ver mis fotos de perfil y, a pesar de ello, quieren quedar conmigo. Así que, desarmada y ya sin argumentos, decido darles una oportunidad a estos chicos que van al gimnasio pero parecen tener algo más que complejos vitaminados en la cabeza.
Lo que quiero decir, amiga, es que si tú también dudas, deja de hacerlo. Los complejos los tienes tú, no él. Si te gusta un musculitos, dale a like y si hay coincidencia, Congratulations! No te limites tú sola por un problema que sólo ves tú. Sal con él, permítele conocerte y disfrutad.
