Te pasas meses preparando tu boda. Te has estudiado todo al dedillo y ya sientes que te pueden dar el carné de wedding planner. También puede pasar que hayas decidido no complicarte la vida y encargarle el trabajo sucio a una persona especialista en bodas. En definitiva, sea como sea el día de tu boda no te lo arruina ni Perry. Ves las fotos de tus amigas casadas, sus bodas de sueño. En las pelis nos llevan enseñando que es el mejor día de tu vida, que vas a sentirte la princesa del cuento y que todo va a salir redondo. ¿Seguro? ¿Qué dirías si te decimos que hay 1o cosas que nadie te ha contado y que vas a sufrir el día de tu boda?


1. Haz muchas fotos, porque no vas a acordarte de una mierda.

El cerebro humano es un cachondo, está diseñado para recordar las cosas buenas con una película de niebla por encima, y tu boda no iba a ser diferente. Te lo pasarás de puta madre, pero cuando quieras echar la vista atrás lo recordarás todo borroso.

2. No vas a comer.

¿Recuerdas la de menús de restaurantes que has catado para decidir qué dabas de comer a tus invitados? Pues quédate con eso porque no vas a probar bocado. Te pasarás el día arriba y abajo saludando a gente y preocupándote de que el resto se lo pase bien.

3. Nada va a salir como planeaste.

Si tenían que poner 20 rosas blancas y 10 rojas van a hacerlo al revés. La tarta sin lactosa va a llevar lactosa o el muñeco de arriba no va a ser el que te enseñaron porque misteriosamente se ha perdido y han tenido que improvisar. Los manteles que parecían color crema ahora son color miel porque el distribuidor no tiene actualizado el software de la cámara y hace fotos amarillas. Hazte a la idea y así te agobiarás menos.

4. El tardón de turno.

Alguien va a llegar tarde o va a joderte algún plan. Apóyate en tus amigos y familiares que sí se toman las cosas en serio para no acabar en la cárcel.

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5. Tu precioso vestido acabará hecho una mierda.

Meses buscando el vestido soñado. Un dineral gastado. Pruebas y más pruebas para arreglarlo de todo lo que has engordado y adelgazado. No importa, tu vestido va a acabar el día pareciendo que sale de un incendio. Pintalabios de besos, maquillaje de la cara de la gente, un cigarrillo que te acercan para darte un abrazo, tu cuñado que te tira la copa de vino tinto sin querer mientras baila La Macarena… va a dar penita, pero guárdalo como la prueba de que fue una boda de puta madre.

6. El día acabará y todo será triste.

Es un poco como las vacaciones. Te pasas meses dando por saco y planeando tu viaje, llega el viaje y se pasa volando y cuando te quieres dar cuenta ya vuelves a estar en la mesa del trabajo contestando a llamadas de tu jefe.

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7. Vas a llorar mucho o nada.

No hay término medio. Los nervios y la adrenalina te la van a jugar y te convertiran en María Magdalena o en Darth Vader. O todo te afecta o vas a ser dura de narices.

8. No vas a follar.

¿La noche de bodas? ¿Pero eso existe? Hay algunos que sí cumplen como campeones, pero la inmensa mayoría acaba tan destrozado que lo último en lo que piensa es en ponerse a fornicar con su respectivo después de todo lo que ha pasado durante el día. Entendemos que antes, cuando la gente llegaba virgen al matrimonio, les importaba un pimiento el cansancio y solo querían acabar el sarao para irse a mojar el churro; pero ahora que ya nos tenemos más vistos que el tebeo… mejor descansar y echar un buen polvazo al día siguiente.

9. Lo de emborracharte va a ser complicado.

¿No os pasa que cuando estáis nerviosos el alcohol os sube de 0 a nada? Es como si los nervios lo quemasen. Así que ten cuidado con lo mucho que bebes porque es más que probable que cuando quieras darte cuenta estés tirada en el suelo como una rata de todo lo que has bebido. El efecto puede aparecer a las mil horas y darte el subidón de golpe.

10. Te vas a equivocar.

Da igual lo mucho que hayas ensayado el baile, lo mucho que hayas ensayado las frases que tienes que decir, con algo la cagarás y ES NORMAL. De verdad, disfruta de tu vida y permite que esas cosas pasen, lo que en un día te puede amargar puede sacarte una sonrisa en el futuro.