El amor propio es el más grande de los amores y el más importante, pero ¿qué pasa en el plano sexual?

Pues existen personas que además de encantarse como os contaba, además se sienten altamente atraídas sexualmente por ellas mismas.

Es aquí donde la neurona y todos los esquemas mentales que tenemos sobre lo que es el amor y la atracción sexual nos patinan, lo sé.

Para que me entendáis mejor, se trata de personas normales como tú y como yo, con cuerpos diversos y variados, y que cada vez que ven sus cuerpos desnudos o de formas sugerentes, sienten una alta excitación, es decir, les excita su propio cuerpo.

¿Esto quiere decir que si yo soy mujer y me excita mi cuerpo es porque soy una lesbiana reprimida?

No, no tiene nada que ver con eso.

¿Qué es eso de ser autosexual?

Ser homosexual, bisexual o heterosexual depende de muchos factores e implica muchos niveles, no solo la parte del deseo sexual, entra en juego el enamoramiento, el querer compartir, la atracción, y un largo etcétera.

No podemos reducir una cosa u otra solo por lo que nos excita, ya que no estaremos dejando fuera muchos factores.

Por lo que, las personas autosexuales aunque sienten excitación de sí mismos principalmente, también pueden sentir excitación por otras personas, pero en ocasiones, solo se excitan consigo mismas.

Para los expertos, este concepto sigue siendo bastante misterioso y está poco estudiado, pero lo que si tenemos claro, es que la historia del deseo y la atracción es mucho más grande de la que nos habían contando.

Por desgracia, nos resulta mucho más fácil entender las cosas si las encasillamos con otras parecidas, y en el momento que alguna se sale de la norma y no sabemos dónde meterlas nos crea malestar.

De ahí nace también la importancia de nombrar y ponerles “forma” a las diferentes formas del deseo, ya que, aunque sea poco frecuente o escaso, las personas que lo sienten, suelen sentirse bichos raros o muy desamparadas por que no tienen referentes de lo que les pasa.

Puede que para muchos esto sea una tontería, o una moda más, pero que el hecho sexual es tan variado casi como personas hay. Y esto es una realidad, puede que el de la gran mayoría se “asemeje bastante” pero no por eso debemos descartar  o ignorar el resto.

Para otros puede que esto solo se trate de un narcisismo en su estado más puro, pero nuevamente estarán equivocados, ya que para empezar la personalidad narcisista es un trastorno diagnosticable, que se caracteriza principalmente por un sentido desmesurado de la propia importancia, necesidad constante de sentirse admirados por los demás y por una carencia de empatía.

La autosexualidad, no se basa en absoluto en eso, ya que la persona que se desea a sí misma, no siente que es más y mejor que los demás por ello, no necesita de reconocimientos externos para sentirse bien y mucho menos es incapaz de ponerse en el lugar del otro.

La persona autosexual básicamente se siente más cómoda con ella misma para tener cualquier contacto sexual, mientras que la persona narcisista buscan todo lo contrario, ser el centro de atención constante, y para eso se necesita público, justo lo que no necesita el autosexual.

El rasgo principal de esa forma de entender la sexualidad es que el foco de deseo, la imaginación y las prácticas sexuales se basan en uno mismo.

Se diferencia de la masturbación “tradicional” en que esta primera utiliza la fantasía, pero suele aparecer otra u otras personas en ese pensamiento, mientras que si esto le pasara a la persona autosexual no le gustaría o no lo disfrutaría de la misma manera, ya que ellos en su fantasía están solos, sin necesidad de nadie más.

Va mas allá del simple hecho de masturbarte para desfogarte y ya. Es una forma más profunda de relacionarse con uno mismo y disfrutar del tacto y la fantasía por y para uno mismo.

Al final se trata de disfrutar y estar a gusto con uno mismo, y como decía Alaska, lo que piensen los demás está de más.

Aida Vallés Psicóloga especializada en Sexología y Terapia de pareja

correo: [email protected]    instagram: @aidavallesconsulta_