Quedé con 3 chicos más bajitos que yo sin decirles que mido 1.80 y esto es lo que pasó
¡Hola!
Aquí una chica alta con sus problemas típicos de persona alta y que ya hace mucho tiempo que ha asumido su estatura.
Sí, de verdad, hace años que acepté que siempre voy a sobresalir (nunca mejor dicho), pues los cuerpos, con mayor o menor dificultad, pueden engordar y adelgazar; pero lo que no pueden es encoger. Ah, ah, eso no. Los cuerpos altos no encogen bañándolos en agua caliente ni secándolos a alta temperatura, como las camisetas.
A lo sumo pierden unos cuantos milímetros con la edad, como todo el mundo, pero no debería ser nada demasiado significativo.
Eso, que soy alta, lo cual tiene sus ventajas e inconvenientes.
Uno de los inconvenientes menos convenientes es el del rechazo social que existe en torno a las parejas en las que la chica es más alta/grande que el chico.
Como la mayoría de las mujeres que comparten conmigo esta condición, he sufrido en mis carnes el rechazo de algunos chicos de menor estatura.
Quedé con 3 chicos más bajitos que yo sin decirles que mido 1.80 y esto es lo que pasó
A ver, también he sido rechazada por tíos más altos que yo, eh. Pero, bueno, que el tema de que los hombres se espanten un poco cuando una mujer les saca una cabeza, está ahí. Eso es innegable.
El caso es que, cansada de ser descartada por medir unos centímetros más de lo que supuestamente debería, decidí quedar con 3 chicos más bajitos que yo sin decirles que mido 1.80cm.
Y esto es lo que pasó:
- CHICO 1 (1.75cm, aprox)
Cuando llegué al punto de encuentro y me acerqué a saludar y presentarme puso cara rara, como que levantó un poco las cejas y se quedó medio parado. Sin embargo, tal como vino se le fue y el resto de la cita transcurrió sin más minisobresaltos ni comentarios con respecto a mi estatura. Pensé que habían sido imaginaciones mías, porque lo cierto es que la diferencia de altura entre ambos era mínima. Para mí había sido una buena cita, corta, pero agradable. Hasta que el chaval se me marcó un First dates y, al despedirnos, me soltó la bomba: ‘No ha estado mal, pero es una pena que no me hubieras advertido que eres tan alta. No es nada personal, eres muy maja, es solo que no eres mi tipo’. Venga, hasta luego, Maricarmen.
- CHICO 2 (1.70cm)
‘Hola, fulano’.
‘Hola, Beatriz. Guau, si empieza a llover, avisa, eh’.
Y así toda la noche. Este chico no paró de hacer chistes rancios sobre la altura. Que si avisa si se pone a llover, que si hace frío por ahí arriba, que si perdona si te miro por encima del hombro, que si cuidado no se caduque la mousse en lo que te llega al estómago, que si a qué saben las nubes, que si cuando veas venir un taxi me lo paras…
En un momento dado incluso le dije que empezaba a resultar ofensivo. Pero nada, no lo pilló y siguió a la suya. Cuando nos íbamos a ir cada uno por su lado me preguntó si nos volvíamos a ver y se sorprendió al oírme decir que casi mejor que no. Le expliqué que me había tocado un poco los ovarios con sus bromitas y me respondió que debería haber entendido que era justo al contrario. Que lo que pasaba era que quería demostrarme que su masculinidad no era nada frágil y que la diferencia de altura no le importaba. Ya. No me coló.
Quedé con 3 chicos más bajitos que yo sin decirles que mido 1.80 y esto es lo que pasó
- CHICO 3 (1.68cm)
Le vi yo antes que él a mí y me dije ‘ups, es bastante más bajo que yo’, va a flipar. En efecto, conforme me acercaba vi que me miraba, me reconocía y, acto seguido, abría los ojos como platos. Reprimí un bufido, fui a saludarle y, después de darnos los dos besos de rigor, el chico me suelta: ‘Caray, qué alta eres’. Creo que controlé mi cara y conseguí no poner los ojos en blanco, y menos mal, porque después añadió: ‘Mola. ¿Nos tomamos una caña en esa terraza? Estoy muerto de sed’. Y ya. No hubo más comentarios, ni chistes ni miradas extrañas. Solo risas y buena conversación. Así que nos animamos a repetir, y repetir otra vez.
Y hemos confirmado que la altura no es importante cuando estás en posición horizontal (codazo, codazo, guiño, guiño).
Beatriz
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