Cuando sale a la luz un caso de violencia de género, siempre me encuentro con decenas de personas que se preguntan por qué la víctima consintió los malos tratos, lo que demuestra que todavía no sabemos identificar qué es el maltrato ni dónde empieza. Comentarios como “hay que ser tonta, a mí jamás me pasaría eso” son tan comunes como peligrosos, en primer lugar, porque se culpabiliza a la víctima, y en segundo lugar porque demuestran una falta de empatía y de conocimiento sobre el maltrato físico y psicológico.

El maltratador no te da una paliza en la primera cita. Primero te engatusa. De cara a la galería es la mejor pareja que has tenido. Tan amable, tan cariñoso, tan atento. Va creando un personaje para que el día de mañana, cuando acudas a sus amigos, sean incapaces de creerte porque “él jamás haría eso”. Sí, sus amigos, porque de los tuyos te va aislando poco a poco. Primero suelta comentarios envenenados. “Es que se nota a la legua que esa amiga tuya tiene celos de ti… Te mira con una cara.”. Cuando te ha puesto en contra de todos tus amigos toca cargarse a la familia. “¿No ves que quieren separarnos? Me odian desde el primer día.”. Te va cegando. Te aísla, te quiere solo para él. Ya no eres su pareja, ahora eres su marioneta. “¿Vas a ir así vestida? Pareces una puta. Normal que no te respeten en el trabajo.”. Lo haces todo por y para él. Te vistes para él, te maquillas para él, piensas para él, actúas para él. Da igual lo que hagas, lo cuestionará. Tu autoestima es su primera víctima. Eres como una niña, su niña, dependiente e insegura. Inútil, torpe, sola. Así te sientes, pero te convence de que él es el remedio, no la enfermedad.

elizabeth-tsung-167289 (2)

Te da miedo poner nombre a lo que está sucediendo, pero lo tiene. Se llama maltrato y hay señales que te pueden ayudar a identificarlo.

  1. Te ridiculiza. Te hace sentir como una niña pequeña. Para él eres inferior, torpe e inútil.
  2. Controla el dinero que gastas. Tienes que pedirle permiso cuando vas a comprar algo.
  3. Te aísla. Se enfada cuando pasas tiempo (aunque sea muy poco) con tus amigos o familia. Te hace creer que pones a todo el mundo por encima de él. Intenta ponerte en contra de tu círculo de amigos y familiares.
  4. Hace comentarios sobre tu forma de vestir que te hacen sentir incómoda. Al principio son sutiles, pero te hacen daño. Hay ropa que ya no te pones para evitar discusiones. Lo mismo sucede con el maquillaje.
  5. Controla tu teléfono y tus redes sociales. Tiene las contraseñas de tu móvil, de Facebook, Instagram, etc. Te dice que así le demuestras que confías en él.
  6. Mantenéis relaciones sexuales aunque a ti no te apetezca para que no se enfade.
  7. Resta importancia a tus éxitos, tanto profesionales como personales.
  8. Te hace sentir que es tu obligación hacer cosas por él y nunca te da las gracias.
  9. Le dices lo que vas a hacer a cada momento, como si tuvieses que pedirle permiso. Organiza tu tiempo libre y tu vida. Cada vez te da más órdenes.
  10. Lleva la cuenta de todas las veces que has hecho “algo malo” (llevarle la contraria, mirar a un desconocido, hablar con un amigo, llegar tarde a casa, decir que no te apetece hacer algo, etc.) y te las echa en cara constantemente.
  11. Resta importancia a tus problemas y te ridiculiza cuando te sientes mal con comentarios como “eso es una tontería”, “te quejas por todo”, etc.
  12. Cuando discutís, su forma de reaccionar es dejándote de hablar durante días y haciéndote el vacío.
  13. En las discusiones, casi siempre acabas dando tu brazo a torcer a pesar de tener razón para evitar que reaccione desmesuradamente.
  14. Te hace creer que vuestra vida sin el otro no tiene sentido y que jamás encontraréis a otra pareja igual.
  15. Te ridiculiza en público de forma muy sutil, pero tú te sientes incómoda y dolida.
  16. Te hace sentir responsable de problemas completamente ajenos a ti y a vuestra relación.
  17. Te sientes culpable (y no triste) cuando no puedes pasar tiempo con él, aunque sea por causas ajenas a ti (trabajo o alguna enfermedad).
  18. No hablas de los problemas de tu relación con otras personas porque tienes miedo de que te juzguen (“se crean cosas que no son”) y/o de que tu pareja se entere.
  19. Justificas sus malas palabras y su comportamiento agresivo. Cada vez que te trata mal piensas que “habrá tenido un mal día”, “le has provocado demasiado”, etc.
  20. Te chantajea emocionalmente para conseguir cosas.
  21. Te sientes culpable e incómoda cuando te habla/mira un hombre, porque crees que si tu pareja se da cuenta acabaréis discutiendo.
  22. Te da miedo opinar en público por si acaso te lo echa en cara al llegar a casa. Necesitas su aprobación. Te hace dudar de tus capacidades.
  23. No tiene en cuenta tu opinión a la hora de tomar decisiones importantes para los dos.
  24. Te insulta. Al principio son insultos sutiles como “infantil”, “niñata”, “caprichosa”, “egoísta”.
  25. Te amenaza, ya sea con dejarte, con poner en contra a tus amigos y familia, con filtrar fotos tuyas, con contar intimidades, con hacerte daño físico, etc.

Si conoces a alguna víctima de maltrato, no debes mirar hacia otro lado esperando que solucione sus problemas sola. No la presiones. Simplemente hazle saber que estás a su lado para apoyarla y que puede acudir a ti. No la juzgues porque no tiene culpa alguna de lo que está sucediendo. Ayúdale a restablecer la autoestima y confianza que ha ido perdiendo.

Si te has sentido identificada con estas señales, pide ayuda antes de que vayan a más. No estás sola. Aunque tu pareja te haya convencido de que todos tus amigos y familiares están en tu contra, si les llamas y les cuentas tu situación te apoyarán incondicionalmente. El teléfono de ayuda a víctimas de malos tratos (016) también puede ayudarte a escapar de esa relación. Hay mucha gente dispuesta a darte la mano.

Si quieres leer más sobre el tema, este artículo de la web Psicología y Mente puede resultarte interesante.