– Hombre, cuánto tiempo sin verte. ¿Cómo te va?
– Vaya, mucho tiempo, con lo amigos que fuimos. Pues nada, ahí vamos, estoy pensando en suicidarme.
Este es el diálogo que muchas veces ocurre en el interior de más personas de las que pensamos, pero por el contrario nos empecinamos en demostrar a los demás que estamos fenomenal cuando estamos rotos por dentro.
En una era en la que el Mr.Wonderfulismo invade nuestras tazas y camisetas, a excepción de los que rompen las reglas de vez en cuando y muestran la realidad, recibimos mensajes 24/7 de que la maternidad es ideal, un camino de rosas; que las parejas son perfectas, que hay que estar siempre en mode «Feliz lunes», que ser fitness es muy fácil y beneficioso para todos… Pero poca gente se muestra despeinada, con una parte de cada pijama diferente ni los montones de ropa sin planchar, o los llantos que ocurren en el interior de una habitación sin que nadie más sepa.
Tenemos miedo de que alguien que queremos o nosotros mismos muramos en un accidente de tráfico, pero no nos damos cuenta de que es mucho más probable que ellos o nosotros nos suicidemos.
Si alguien nos dice que ha pensado en quitarse la vida, no queremos creérnoslo y queremos pensar que eso no pasará, y no le preguntamos directamente, «pero, ¿cómo? ¿Cómo puedo ayudarte? ¿Qué es lo que piensas? Busca ayuda».
Vemos estupendo que alguien esté todos los días durante varias horas en el gimnasio cultivando el cuerpo, pero cuando se trata de ir al psicólogo nos echamos las manos a la cabeza, cuando TODOS hemos tenido alguna vez problemas emocionales, tenemos cuestiones que resolver y sabemos qué es la ansiedad o el estrés.
Todo el mundo tiene una opinión del suicidio: «es de valientes», «es de cobardes», como si habláramos del FC Barcelona, pero la cuestión más preocupante es, simplemente, que ES; que está al alza, que cada vez se suicidan más personas y que estamos en riesgo.
Muchas personas se pasean a nuestro alrededor sonriendo, diciéndonos que están bien, ocultando autolesiones en su cuerpo, cicatrices en sus muñecas o recuerdos difusos de un bote de pastillas. Yo no soy nadie para tratar este tema, las personas están sufriendo y eso es lo importante. Dar visibilidad. Sí, la gente se suicida. Y aprovecho para decir a las personas que lo han considerado alguna vez que:
Sé que ahora mismo estás sonriendo cuando por dentro estás llorando, esforzándote por ser feliz y no sabiendo cómo. Sé que tienes miedo, que una fuerza sobrenatural te oprime y no encuentras salida. Sé que has intentado estar mejor pero no has podido, todavía.  Busca ayuda. Y si buscas y aún así sigues sintiendo esto, busca más. No te rindas, sé que es duro, pero puedes conseguirlo, sigue luchando. No lo hagas hoy, por favor.
Aquí estoy para quien pueda ayudar ?
@elpoderdeunamirada