Llevo ya unos meses leyendo a diario WeLoversize y hasta la fecha me he topado en los comentarios con un buen montón de trolls. También vía redes sociales he visto los mismos ataques del tipo ‘fomentáis la obesidad’, ‘no os preocupáis por la salud’, ‘al final conseguiréis que todas las niñas quieran ser gordas y se mueran a base de atracones de Donuts’. Salud, salud, salud y salud. A los que opinan en contra se les llena la boca cuando hablan de hábitos saludables, deporte y demás chirigotas. Salen supuestos médicos debajo de las piedras preocupadísimos porque una web como esta incite a la gente a engordar.

¿Pero qué me estáis contando? ¿Habéis leído algún artículo que ponga literalmente algo así o que motive a la gente a engordar por placer? Creo que he leído la mayoría de los posts y en ninguno me he topado concepto similar al que los trolls tanto aluden. Al revés, en general se trata de personas que han sufrido bastante el hecho de tener sobrepeso pero que por unos motivos u otros, y por mucho que lo han intentado a lo largo de sus vidas, no han conseguido llegar a su peso supuestamente ideal.

Todo esto obviando que encima la web tiene una categoría especial dedicada a la vida sana con recetas, trucos para hacer deporte y demás, pero ¡eh! A quién le interesa leerse eso, vamos a atacar directamente a estas gordas, no vaya a ser que sean gordas y felices, ¡eso es inadmisible!

Volviendo al título de mi humilde artículo. Me sorprende y apena a partes iguales que en todo este tiempo no haya leído a nadie preocupado por la salud mental de las usuarias que leemos esto. Todos parecen preocuparse por nuestras barrigas grandes, nuestros pechos que rebotan o nuestro culo que pesa a la hora de hacer running, pero nadie se plantea qué pasa por la cabeza de esa gente que por más que ha intentado adelgazar, no lo consigue. Nadie se pone en el lugar de esa chica que sufre más por la presión social de ser gorda, que por lo que supone la realidad de estarlo. Nadie, absolutamente nadie, se imagina la frustración que puede suponer tener un metabolismo de mierda, o una ansiedad de mierda, o una autoestima de mierda que deriva en poca fuerza de voluntad para conseguir los objetivos que te propones.

Nadie hasta WeLoversize. Que ha entrado dentro de cientos, de miles de cabezas, para recordarnos que no estamos solas. Que somos muchas las que tenemos trastornos alimenticios más allá de la anorexia, que querer adelgazar no es solo una cuestión de gustar a los chicos sino de estar mejor contigo misma, que no eres un bicho raro, ni más fea, ni menos valiosa por tener una talla superior a la de tus amigas. Esa salud, la que está en el coco, la que al final rige tu vida, es la gran olvidada. ¿Por qué? Porque no se ve en una primera impresión. Vivimos en una sociedad que se alimenta de primeras impresiones y en la que las personas valoran a sus semejantes por su apariencia. Ser diferente es a veces una cuestión complicada que nos machaca la cabeza y convierte nuestras vidas en un círculo vicioso. Las personas me rechazan porque soy más grande. Me entra ansiedad así que como más. Cada vez engordo más y más hasta que llega un punto en el que todo me da igual.

Hay gente que está gorda porque come como si no hubiera un mañana. Otros tienen un metabolismo lento. La herencia en algunos casos tampoco ayuda. Los que somos vagos para el deporte y encima asociamos la comida a los estados de ánimo, lo llevamos claro. Lo que quiero decir es que nadie se para a pensar los motivos que han llevado a una persona a tener sobrepeso y que en muchísimos casos, está en la cabeza. Que estoy hasta las narices de que me recomienden ir a un gimnasio pero a nadie se le haya ocurrido hasta ahora que mi problema tiene una mejor solución en la consulta de un psicólogo.

No todos somos iguales y gracias a WeLoversize empezamos a ser libres para poder hablar abiertamente de temas hasta ahora considerados tabú. Que la obesidad no es sana, pero tampoco lo es la obsesión por criticar a los demás, ni meterse en vidas ajenas. Si realmente quieres ayudar a una persona gorda, no te metas en una web a insultar porque lo único que conseguirás es que a) llore desconsoladamente en su habitación, b) se atiborre a comida para consolarse, c) se cague en tu madre. Para echar una mano DE VERDAD, escúchanos, cada caso es diferente y cada solución un mundo. Solo teniendo nuestra cabeza en orden podremos preocuparnos, ahora sí, por mejorar nuestros cuerpos.

Autor: Fattie Bradshaw