Al ver Looks de graduación 2016 de Paula, a mí me ha dado por pensar qué distinto hubiera sido si mi graduación fuera este año, con el apoyo de las loversizers y lo que ahora sé… Porque en su momento no fui a la mía.

Nunca he sido el alma de las fiestas pero eso no quita que pudiera divertirme con mis compañeros y amigos… Sin embargo, me dio pavor el puto vestido de gala.«Si es que encima yo no bebo, ¡qué pinto en esa fiesta! Y cuesta un dineral…». Me escudé en un «yo paso de estas cosas» y en aquel momento lo di por bueno, porque me resultaba más fácil no ir que enfrentarme a mis miedos.

miedo

Sin embargo, mi yo actual es capaz de darse cuenta de que, en realidad, esos argumentos no eran más que excusas y hoy sí iría por muchos motivos:

  • Después de cuatro o cinco años en la universidad, se cierra una etapa y, aunque por un lado no quieres que se acabe, bien se merece una fiesta todo lo vivido y aprendido. Con birrete incluido, que luego ¡las fotos de esa noche no tienen precio!

graduación

  • ¿Tienes miedo a romper tu imagen de hater, ¡con lo que te ha costado ganártela!? No dejarás de ser tú misma, diferente, alternativa por ir una noche con tu promoción… Que sí, que puede que te gastes algo más de dinero de lo que acostumbras en la cena pero también lo haces con el cubierto de una boda y entiendes que vale la pena por vivir el momento de acompañar a tus amigos, ¿no? Pues esto es igual…
  • Ve para que no te lo cuenten, ¡qué narices! Para participar de la conversación cada vez que se recuerde aquella noche –serán muchas, te lo juro– y poder aportar los detalles que guarde tu memoria allá donde los de tus compis estén borrosos… aunque los tuyos también se confundirán en la neblina, me temo…

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  • Puedes arreglarte y verte estupenda, también maquillada y con un vestido bonito. Yo, que siempre iba en vaqueros, que tenía la sensación de ir disfrazada y me sentía fuera de lugar cada vez que tocaba un sarao elegante… imagina el terror que me producía la cena de gala pero ¿por qué no? Olvídate de esconderte, de pasar desapercibida… ¡encuentra algo con lo que te sientas a gusto y ve a divertirte!

 

  • ¿Te asusta no encontrar vestido de tu talla? Esto ya no vale, que tienes mil y un ejemplos en esta web de que podemos ponernos lo que nos dé la gana, lo que nos siente bien, lo que nos haga vernos gordifuckingbuenas. ¡Ay, qué tonta fui!
  • Puedes ir de largo porque las demás lo harán pero siempre será mucho mejor que encuentres tu propio estilo. Tira de préstamos de amigas, hermanas e incluso tu madre si es modernilla: seguro que algo te apaña y no hace falta que gastes lo que no tienes. Que el dinero del vestido no sea otra excusa.

 

  • Si estudias fuera de tu ciudad, es un momento estupendo de unir tus dos mundos: tu familia y tus nuevos amigos, ese universo en el que te has movido los últimos años. Aprovecha que van tus padres a la graduación y preséntales a tus amigos, a algunos profesores –sólo los molones, claro– y el bar donde has pasado más horas que en clase…
  • Por último, cito textualmente a María Escobedo: «porque no celebrar es ser the ranciest». Así es: cualquier excusa que suponga fiesta, amigos y risas es un planazo y no estamos para dejarlas escapar.

¡Venga, ya tardas en apuntarte!