Aunque el amor mueva el mundo muchas veces lo que hace es parar el tuyo o cambiarlo a una dirección equivocada, y eso pasa cuando te ves envuelta en una relación dañina y tóxica.

Estas relaciones son muy sencillas de identificar, y es básicamente cuando tú te sientes mal contigo misma, tu autoestima se ve totalmente alterada, sientes que algo estás haciendo mal sin saber muy bien el qué, y la otra persona no te trata como deberías.

Pero entonces diréis, vamos a ver, vamos a verrrr (echándonos las manos a la cabeza) ¿Pero si está clarísimo no? Esa persona te hace daño, te trata mal, te menosprecia, hace que te cuestiones cada aspecto de ti misma, entonces ¿por qué coño no le dejas?, pues amigas mías, porque no es tan fácil.

Todas hemos tenido esa amiga o si no, nosotras mismas, que ha empezado con ese tío que a ti por lo que fuera ummmm no te daba buen rollito, llámalo X llámalo intuición femenina. En cambio para ella es el ser mas fabuloso y maravilloso del mundo, y poco más que perfecto.

¿Y por qué pasa esto?, pues primero, para ti que vives desde fuera esa relación y que los sentimientos y emociones que tiene tu amiga hacia el susodicho tú no los tienes, te resulta tan claro y evidente, mientras que para ella es el amor de su vida y eso hace que le cueste más separarse de el.

Pero seamos muy claras, una persona tóxica no muestra sus cartas desde el primer momento, es como el ‘buen maltratador’, en la primera cita no te da  la primera hostia, pues la persona tóxica, lo que hace es atraparte poco a poco hasta que ya es demasiado tarde.

1º Fase: La captura

Yo llamo a esta fase así porque el objetivo de la persona tóxica es capturarte, que caigas en sus redes por completo y sin darte cuenta. Esta es la fase más bonita, y la del enamoramiento de película. El tipo saca todo su despliegue romántico, que si regalitos, que si halagos, que si eres lo más mejor que le ha pasado en la vida…. En esta fase podéis pensar, ¡Joder! Que esto no quiere decir que luego sea tóxico, es el inicio de una relación sana ¿No?, y razón no os falta, lo malo es todo lo que viene después, y que este periodo de relación sana que debería mantenerse, va desapareciendo con relativa rapidez.

 

2º Fase: Ambivalencia

Aquí es cuando se le empiezan a ver las orejitas al lobo, ya que es cuando empieza a intercalar ese enamoramiento tan precioso de la primera fase, con pullitas y broncas que tú no entiendes muy bien. Y hasta podría decirse que es la fase más peligrosa, ya que si no la sabes ver y huyes a tiempo, es cuando realmente estás perdida.

En esta fase prácticamente se encarga de destrozar poco a poco tu autoestima, y que ni tú misma te creas. Que cada vez que discutáis porque él es demasiado celoso, controlador, pasota, egoísta, sea capaz de darle totalmente la vuelta al asunto, para que la que no tiene razón seas tú.

Aquí me diréis ¡Venga ya esto se ve a la legua!, pero recordar que él lleva haciendo su juego desde la primera fase, esa en la que siempre te decía lo perfecta y genial que eras, pero que claro tu también tienes tus cosillas como todo el mundo.

Por eso cuando discutís,  él no es que te controle o que no quiera que salgas con tus amigas o que te pongas cierta ropa, realmente lo hago por ti porque no te das cuenta que tus amigas solo te usan cuando quieren y estás mucho mejor conmigo…¿os suena?

El problema real de esta fase es como combina periodos en los que es un auténtico hijo de la gran puta y el príncipe azul, entonces claro tú estás metida en esa relación donde los primeros meses han sido maravillosos y ahora sale algún que otro “rifirrafe” pero claro lo bueno te merece la pena (o eso es lo que tú te crees) y sigues en esa relación. Esperando que tarde o temprano se vuelva a convertir en el príncipe azul que tú viste que era.

 

Porque claro, todas las parejas discuten, y es lo que os esta pasando a vosotros (esa es la explicación que te das a ti misma) aunque sigues sin entender muy bien por qué se pone como se pone por cosas que para ti son normales.

3º Fase: La perdición total

Aquí es cuando el enganche ya es tan fuerte, que salir de aquí se vuelve casi imposible. Está llena de reproches, discusiones, enfados y rupturas… si amigas rupturas, de ya no te aguanto más aléjate de mi. Pero que se caracterizan por el típico “voy a cambiar” “sin ti no soy nada” “te necesito para vivir” “sin ti muero” y demás chantajes emocionales donde indirectamente te carga a ti su bienestar, y como te sientes culpable y el pensamiento de “pobrecito” se apodera de ti, vuelves con el indefinidamente.

Cuando se vuelve a la relación después de una ruptura, y esto es clave para entender por qué se sigue con esa persona, el amor y lo bueno de la primera fase se apodera de la situación y todo lo que te enamoró de él vuelve. Pero no te engañes, ya que esto es solo una ilusión que durará más bien poco, y en cuanto te des cuenta volverás a la fase tres donde todo lo malo y negativo se adueña de la relación.

 

 

Es importante entender todas estas fases, para no ser tan duras y mostrar un verdadero apoyo a las personas de nuestro alrededor que estén metidas en una relación tóxica, o si por el contrario somos nosotras mismas las que nos encontramos en esta situación, saber que realmente lo que esa persona hace contigo es destrozar tu AUTOESTIMA, hacer que dudes hasta de tu sombra y jugar con esa intermitencia de ahora te trato bien y luego mal, para que no sepas a lo que agarrarte.

 


Reflexionar sobre la relación que tenemos, y si realmente nos hace o no felices, ya que si la mayoría del tiempo te sientes mal y triste, tu autoestima está por los suelos, te sientes culpable por cosas que no sabes ni de dónde vienen, sientes que tienes que ir con cuidado en tu propia relación, siento decirte que estás en una RELACIÓN TÓXICA.

Si estás más mal que bien, es hora de replantearte si deberías seguir o no con esa persona, no tengas miedo de pedir ayuda, de tus seres queridos, amigos, familiares, y si consideras que también es necesario de un buen profesional de la psicología.

Se puede salir de una relación tóxica, y no tienes por qué hacerlo sola.

Aida Vallés Psicóloga especializada en Sexología y Terapia de Pareja [email protected]