Hay sonrisas que te marcan y que a veces, si hay suerte, van acompañas de palabras que cambian el mundo. Eso ha sucedido con Pablo Ráez, el chico de la eterna valentía, el que nos enseñó que nada en esta vida es tan importante como para robarnos las ganas de luchar. Y así lo hizo, peleó como un guerrero contra la leucemia, y al contrario de lo que muchos pueden pensar venció, porque aunque ya no esté entre nosotros sigue dentro de todos.
Puede que la mejor manera de homenajear a Pablo sea viviendo como él lo habría deseado, adueñándonos de esa filosofía de vida que quiso regalar al mundo.
“Jamás os rindáis. Podéis hundiros, caeros, haceros daño, pero siempre levantarse, mirar hacia delante y a cumplir sueños. Que aparte de todos los sueños que tengáis personales no olvidéis el más importante, que es la vida.”
“Tenemos que ser más felices y ver realmente lo que estamos haciendo por y para el mundo, tenemos que empezar a darnos cuenta de la importancia que tienen realmente las cosas y valorar las verdaderamente importantes. Demos más amor, primero a uno mismo y después al mundo. Hasta que no te quieres a ti mismo no puedes querer a los demás. Demos más sonrisas, demos más abrazos, demos más paz, demos la mejor versión de nosotros mismos. Demos gracias a la vida por darnos el gran lujo de poder despertarnos cada mañana, seamos más agradecidos.”
“Tenemos que sonreír más. Tenemos que dar más alegría a la vida, más alegría a las personas, a nosotros mismos. Una sonrisa es el regalo más bonito que te pueden dar.”
“Queramos más a los que nos rodean, querámonos más a nosotros mismos. No tengamos miedo, solo disfrutemos día a día. No sabemos que pasará mañana ni hablando de salud ni de nada más, pero si sabemos lo que pasa en nuestro día a día, por lo que es lo más valioso. Repito, la muerte no es triste, lo triste es no saber vivir.”
“Podéis pensar que vuestra vida es una mierda y es verdad que hay casos y casos, pero que siempre podría ser peor y creáis o no eso hace más fuerte y hace valorar lo que tenemos.
Es esencial valorar lo que tenemos ya que el ser humano tiende a valorar las cosas cuando las pierde.
Puedo estar pensando día tras día que no voy a salir de esta pero todos esos días que pierdo pensando eso no estoy disfrutando que estoy vivo y esto es aplicable a la vida cotidiana.
Repito que la muerte forma parte de la vida y lo que hay que hacer no es tenerle miedo ya que llegará, lo que hay que hacer es disfrutar día tras día como si fuera el ultimo ya que realmente no sabemos si será el último.”
“Detrás de la sonrisa que muestro siempre hay tristeza y dolor pero joder, ¡SIEMPRE FUERTE! Esa sonrisa es sincera, porque a pesar de lo duros que sean los golpes de la vida hay que saber tomárselos con una sonrisa.”
“Quiero mandar toda mi fuerza y ánimo a todas las personas que estén pasando por un proceso difícil, ya sea de enfermedad o no, y decirle que todo pasa, absolutamente todo, y que la vida nos da lo que tiene que darnos y por muy duro que sea lo que nos dé, tenemos que verlo como que es lo que tiene que ser y que para algo bueno nos servirá.«
“Todo llega y todo pasa. Los años pasan sin que nos demos cuenta, ¿verdad? Pues las cosas malas que nos pasan también pasan, os lo aseguro.”
“Admito que es un momento duro, dan ganas de tirar la toalla, de dejar de sufrir, de descansar de una vez… Pero no me rindo, sigo y seguiré luchando, día tras día hasta que llegue mi día, sea mañana o en 70 años. Disfrutemos cada día que es único, de verdad. Empiezo a valorar las cosas de una manera increíble y de verdad que la vida sabe mejor así. Amad todo lo que forme parte de la vida, disfrutad de todo lo que forme parte de la vida, no os arrepentiréis.”
“Esto no es una despedida, es una manera de ver la vida y de saborear cada momento sin preocuparme de lo material o efímero. Animo a todo el que lo esté pasando mal, te animo a que des lo máximo de ti, que siempre habrá luz en nuestro corazón luchando con coraje.”
Por supuesto que esto no es una despedida, porque todos los donantes de médula y los que esperan su turno, todos los que superamos nuestros miedos y tristezas gracias a tus palabras, llevamos en el corazón una parte de ti. Espero que en otra vida podamos devolverte todo lo que nos has dado, pero hasta entonces descansa feliz, siempre fuerte.