Me casé un 29 de diciembre, así como lo leéis. Que muchos de mis invitados cuando les anticipé la fecha pensaban que era un nuevo trolleo de esos que tan me gustan. Pero no, cuando todo el mundo adora el calorcito y el Sol para sus bodorrios, nosotros optamos por todo lo contrario.

También es cierto que las circunstancias nos obligaron un poco, pero tanto me da que me da lo mismo, amo el frío sobre todas las cosas, como para no celebrar mi boda en pleno invierno.

Es que jamás entenderé esa obsesión de la sociedad en general por combinar las bodas con el calor. ¿Pero os habéis parado a pensar en lo horrible que es pasar un día de boda a 40º a la sombra? Pues no hay tu tía, un bodorrio tras otro a cada cual más bochornoso. Parece que la peña batalla por ver en qué fiesta hace más calor, ¡amigas, que toda la capa de maquillaje a esas temperaturas se derrite!

Que luego queda muy bonito eso de regalar abanicos o sombrillitas para hacer sombra. Muy cuqui todo, pero sed realistas, una mierda de fresquito. Acabas con agujetas y hasta tendinitis de darle al abanico, y los chorretones de maquillaje ahí siguen. Por no hablar de las marcas de sudor en los trajes de ellos y bueno, de ellas también claro.

Es un despropósito. Las bodas en invierno no están de moda pero deberían, es una elección inteligente y, os lo confirmo, muy romántica.

Para la novia, porque te ahorras morir de calor debajo del vestido

Me apodan la doña calores así que jamás de los jamases hubiera podido soportar un vestidaco de novia con su cancán, su buen corset y su todo en pleno verano (o incluso en primavera). Cuando en la calle hay 5º es perfecto eso de ir bien cubierta de capas de tul, pedrería o lo que más os guste. Además, no es por nada, pero hay detalles de boda para el frío súper originales.

Y el novio, que tampoco se queda atrás

He ido a bodas donde he sentido verdadera lástima por todos los hombres: novio, testigos e invitados. Hay que ser conscientes de que a las doce de la mañana un 15 de julio el Sol está a tope de power. Se caen los pajaritos y los invitados con sus buenas camisas, sus chaquetas, sus corbatas… es que no caen detrás porque igual están bien hidrataditos gracias a unas cervezas. Pero el calor no se lo quita nadie. ¡Criaturitas!

La temática invernal es lo más

Me contaba no hace mucho una compañera que había asistido a una boda de una conocida en la que la temática principal era la nieve. La novia, una enamorada de Disney, de Frozen para ser exactos. Así que decidió que su boda sería una oda al mundo helado. Muy bonito todo de no haber sido porque la pareja se casó en Galicia en el mes de agosto. Que igual es una opinión muy mía, pero celebrar una boda de esa temática en verano es cuanto menos raro. ¿Quieres una fiesta del invierno? ¡Pues cásate en diciembre! Aprovecha el frío de verdad y no malgastes en virutillas de porexpán, que queda pelín cutre. Encontrarás detalles para ese tipo de eventos realmente chachis.

La luna de miel en temporada baja

Detalle interesante ese de irse de viaje de novios en invierno. Primero, porque hay mucho más donde elegir y, segundo, porque los precios no son los mismos que en verano. A esto también hay que añadir que mola a saco largarse quince días de vacaciones cuando todos los demás están currando. Si es que no tiene ni una pega, todo son ventajas.

Ese filtro que necesitabas para que la lista de invitados no se desmadre

Podéis llamarme cutre, chunga o lo que más os guste, pero este punto es uno de los más importantes. En nuestro caso teníamos muy claro dónde marcar los límites en cuanto al número de invitados, aunque sé de buena tinta que muchas parejas suelen tener auténticos problemas con este asunto. Casarse en invierno, en medio de las fiestas de Navidad es esa manera natural de poder contar solo con la gente que realmente quiere ir a tu boda. La gente en esas fiestas está muy a sus rutinas como para cambiarlas por ir a una fiesta que ni les va ni les viene. Perfecto, para ellos y para nosotros.

Un álbum de fotos increíble

Está muy bien ese clásico al sol, en una playa o cerquita de un río. Aunque yo me quedo sin pensarlo un segundo con un pedazo de reportaje entre la nieve o los bosques en esa época del año. Pocas cosas son tan originales y diferentes. Quizás para los fotógrafos jugar con la poca luz que caracteriza a esos días o con que anochezca temprano, es más complicado; pero contando con profesionales que sepan lo que hacen el resultado es una verdadera pasada, seguro. Puedes usar letras de corcho o detalles chulos para hacerlas más originales.

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