Hola María,
Hace año y medio que mi ex me dejó por otra chica después de cuatro años y medio de relación. Lo pasé fatal. Es el único chico con el que he estado, y no se conformó con dejarme, (cosa que aunque me hubiera dolido, hubiera podido comprender) que además se tiró meses tirando mi autoestima por los suelos (tonta de mi por permitírselo). No hacía más que compararme con su nueva novia, con lo guapa e inteligente que era ella.
Después de la ruptura quedé fatal y sin nada de confianza en mí misma. Incluso una vez superada la ruptura y pese a que ya no sentía nada por mi ex, cuando la veía a ella se me volvía a caer el mundo encima, era como volver a recordar todos los defectos que yo tenía.
Nunca he tenido mucha confianza en mí misma y nunca me ha gustado mi cuerpo. Esa ruptura fue un punto de inflexión en mi vida, gracias a ella he aprendido a quererme muchísimo más y he perdido muchísimo la timidez que me impedía casi hacer nuevas amistades.
Pese a sentirme mucho mejor, ser mucho más feliz, tener ganas de reír y de vivir cosas nuevas, y sobre todo ganas de abrirme a nuevas relaciones, hasta ahora no he sido capaz de volver a tener nada (nada más allá de tonteos sin importancia) con ningún otro chico y no es porque no encuentre «candidatos» de mi gusto, sino que no siento que llegue el momento de lanzarme o de ir a más.
Siento que ahora mismo los tíos, primero quieren sexo y después conocerme, y me resulta imposible ese sentido de la ecuación.
Lo más triste es que soy consciente de que el sexo con mi ex no era para nada bueno (creo que nunca he tenido un orgasmo en condiciones) y me muero de ganas por descubrir el buen sexo.
Estimada lectora,
Tras un proceso de duelo por ruptura tan duro con la pareja como el que comentas, es normal que durante un período de tiempo (breve o largo, eso depende de la persona) no te atrevas o te cueste establecer lazos con los hombres. Lo pasaste muy mal y tuviste una horrible experiencia, y es por ello que tu cabeza se resiste a dejar que tu corazón se quite esa coraza que fuiste construyendo poco a poco para evitar que nadie más te hiciera daño.
Además, esta resistencia se alimenta de la construcción de ideales respecto a los hombres que has ido fabricando con algunos sesgos cognitivos (“todos son iguales”, “todos quieren sexo”), culpables de que te influyan a la hora de dar el paso.
Esto no se le pasa a una “yéndose de vinitos” o “siendo más lanzada” (así, por arte de magia). Esto se trabaja aceptando el pasado como parte de tu vida, viviendo el presente y asumiendo que el futuro que está por venir es tuyo y por lo tanto controlable. Ten en cuenta que aunque tuviste un pasado muy duro respecto a las relaciones, esta vivencia no tiene por qué volver a repetirse. Las personas son diferentes, ni todos los hombres son iguales ni todas las mujeres somos complicadas. El generalizar no sirve de nada aquí. El hecho de quedar con un chico y que éste quiera mantener relaciones sexuales a la primera de cambio, no incluye que tú te tengas por qué sentir “obligada” a ello. ¿No te apetece mantener relaciones? No las tengas. ¿Te apetece? Tenlas. Quien de verdad esté interesado en conocerte aceptará ambas opiniones.
Que tu ex te comparara con su nueva novia y que por ello te despreciara no tiene nombre. En tu correo dices una frase que me ha chocado mucho “era como volver a recordar todos los defectos que yo tenía”. No perdona, los que tú tenías NO, los que él te hizo creer que tú tenías. En un momento de bajón emocional, cualquier cosa nos afecta, y estas comparaciones hicieron mella en ti en su momento. Menos mal que supiste salir adelante y aprendiste a quererte. ¡Te felicito por ello!
Ahora tienes que seguir trabajando y seguir haciendo de tus debilidades tus fortalezas. No dejes que nada ni nadie te vuelva a hundir de esa manera JAMÁS, ¡ESO NO ES AMOR!
Todos tenemos complejos y todos somos tímidos en ciertas ocasiones, pero al fin y al cabo, a la hora de ligar, de dar el paso o de tontear, lo único que cuenta es la confianza en una misma y la seguridad que puedas tener, demostrar y transmitir a la otra persona. Con eso está todo ganado. ¿Y si sale mal? No tengas miedo, el mundo es de los valientes. La vida consiste en ir superando dificultades, no en esconderse de la propia sombra.
Respecto al “buen sexo”, no puedo decirte mucho puesto que cada conducta sexual es diferente y este asunto me lo comentas muy por encima. Si tienes cualquier duda concreta sobre este ámbito sabes que puedes volver a escribirme.
Chica, ponte guapa, píntate los labios de rojo (aunque parezca una tontería a mí me funciona y ese color me da mucha confianza en mí misma), sal a la calle y ¡ponte el mundo por montera!