Por si aún no habíais oído hablar de él, vengo a presentaros a Oskar Arngarden. Un señor religioso de 35 años y sueco, que compagina el amor por Jesucristo con su pasión por el deporte, específicamente por el crossfit.

Y el buen samaritano se ha abierto una cuenta en Instagram (@crossfitpriest), que evidentemente sigo, que tiene ya  más de 100.000 seguidores. Pero oye que es porque comparten su fe, no porque el tío este tan bueno que te recuerda al hermano de Ragnar, o a cualquier vikingo de los que mataban osos y se ponían las pieles, y luego se iban a la guerra por no aburrirse.

 

Oskar no comparte solamente sus entrenamientos, también comparte su fe. Y oye yo estoy segura que si el cura de mi pueblo fuese así, los domingo petaba la iglesia. Vaya que tenían que agrandarla para que cupieran 10.000 personas mínimo. Si es que la iglesia se equivoca. Que pongan sacerdotes así y verán como todos volvemos a creer en Dios.

O a cagarnos en él según se mire, porque claro a Dios le ha dado por crear hombres así. Este que es célibe y a Jason Momoa que es fiel. No me jodas ¿es una broma de mal gusto?

Señor como pretendes que cumplamos el pecado de «No tendrás pensamientos impuros» si nos pones a estos ángeles del olimpo perfectos y maravillosos. Es imposible no pecar, por favor. A no ser que los haya creado el diablo para que nos liemos la manta a la cabeza y al libre albedrío. Pero entonces ¿por qué los haces inaccesibles? Madre mía que asco les estoy cogiendo a los dos.

Voy a tener que ir a confesarme con Oskar a ver cuantos padres nuestros me pone de castigo. Lo bueno de ser católico es que hagas lo que hagas tú te confiesas y Dios siempre te perdona. Pero claro con este cura habrá que ir semanalmente a hacer penitencia, porque a  mi ya se me están llenando la cabeza de pensamientos prohibidos solamente viendo sus fotos.

¡Perdóname señor por los pensamientos que me genera tu siervo, pero es que nos lo pones difícil, ehhhhh!

– Ave María purísima.

– Sin pecado concebida. Dime hija ¿en qué has pecado?

– Sólo pienso en usted empotrándome contra el altar.

– Madre de Dios, reza diez ave Marías y diez padres nuestros y arrepiéntete.

– Vale hasta mañana.

Total que yo la única opción viable que le veo a este despropósito es que investiguemos en que pueblo vive este señor, y todas las solteras de España emigren para allá. Yo ya lo he dicho muchas veces que dejéis el Tinder y os vayáis a las tierras altas. Que allí hay un montón de suecas guapísimas pero para ellos son normales. Y cuando ven una morena pues nos encuentran súper exóticas, y chica te los llevas de calle, lo digo por experiencia, que ya me traje un viking para acá. ¡No veis que el sol y la paella les puede!

Y si no pues a hacer un pájaro espino con el tal Oskar. La cuestión es poner un vikingo en tu vida. Que mirad el peso que coge con las pesas. Ese te levanta en brazos aunque peses 120 kilos, y eso queridas es complicado de encontrar, no nos engañemos.

¡Emigración a Suecia ya!