(Relato escrito por una de nuestras colaboradoras basado en una historia real)

 

Hola ¿Qué tal? ¿Me he enamorado de un americano? Puede que sí, puede que no. No lo tengo claro.

¿Estoy más confundida que un esquimal en un desierto? CORRECTO. No te miento si te digo que la culpabilidad me corroe por dentro.

Primero, dejemos las cosas claras: tengo una relación abierta con una persona insuperable, insustituible e inmejorable. Estoy tan convencida de que es el amor de mi vida, que ni el mismísimo Gerard Butler con una bandeja de croquetas podría convencerme de lo contrario.

Mira, tanto mi chico como yo viajamos, vivimos y experimentamos. Nosotros hemos invertido mucho en nuestra confianza y siendo sinceros, después de muchas idas y venidas, nos es más sencillo llevar una relación sana y honesta si la llevamos de manera abierta.

¿Es lo ideal? No lo sé. Es lo que somos en este momento de nuestra relación y no es algo que me preocupe o me quite el sueño.

Lo que me preocupa es que tengo a un americano in love total, de camino a Barcelona y él no sabe que tengo pareja.

¿Me he enamorado de un americano, se va a mudar por mí y aún no sabe que tengo pareja? Puede ser señoras y tengo el ano más estresado que el publicista de Will Smith.

Hace dos meses pasé 9 días en California por trabajo y desde entonces todo se me ha complicado.

Mientras estaba allí conocí a un chico que parecía sacado de una peli de Hollywood. Piel tersa y bronceada, pelo denso y rubio y unos ojos azules de ensueño. Yo siempre he sido de rubios con ojos azules, no sé qué me pasa. Quizás me caí en la marmita de los vikingos al nacer, no sé qué pasó. Pero yo veo a un rubio con ojos azules y mi coño empieza a dar palmas.

¿Me lo follé? Me lo follé.

Pasamos 7 noches juntos y créeme si te digo que la química fue brutal desde la primera noche. Tomamos vino blanco, hablamos durante horas y madre mía qué sexo. Parecía que le tenía metido en mi cabeza, se anticipada a las cosas que pretendía pedirle como si me llevara follando toda la vida.

Yo no le conté nada sobre mi pareja. Tampoco creo que mi chico de muchas explicaciones cuando ha conocido a otras chicas. Eso siempre ha sido parte de mi privacidad y sinceramente, creo que cuando se tratan de encuentros casuales, las dos partes sabemos que no vamos a meternos en un proyecto de vida juntos.

¿Me he enamorado del americano? A ver, no me he enamorado de él, pero coño, la química era real, intensa y fluía en ambas direcciones.

El caso, desde que volví de California, hablo a todas horas con el americano y el chico está convencido de que soy el amor de su vida. Incluso ha llegado a decirme cosas como «He estado estos 34 años a una persona como tú, pero estabas en el otro lado del planeta»

Para más colmo, el otro día me sorprendió con un billete de avión SOLO de ida a Barcelona. Claro ¿Qué hago? A mí me apetece verle y pasar unos días con él, pero ni puede quedarse en mi casa ni puede plantearse una vida a mi lado.

Créeme si te digo que le he intentado parar los pies en más de una ocasión. No me corto un pelo en decirle que no voy a tener una relación con él ni ahora ni nunca. Y por más que le digo que no estoy emocionalmente disponible para una relación con él, el señor está tan seguro y decidido que ya está mirando posibles trabajos en Barcelona.

No entiendo nada.

¿Qué pasa? ¿Qué él único motivo válido para no querer dar pasos tan determinantes con una persona sólo puede ser una tercera persona?

Estoy segura de que si ahora le dijera «Oye mira, tengo novio y no voy a tener una relación contigo» el chico daría pasos atrás y desmontaría todos esos castillos de arena que está construyendo. Sin embargo un simple «Oye mira, no voy a tener una relación contigo» No es suficiente para él y sé que tampoco lo es para muchos otros hombres.

Es como si al ser de otro hombre, fuera propiedad privada pero mientras sea de propiedad pública, ellos creen que pueden dar los pasos que ellos consideren y avanzar lo que ellos consideren con o sin mi aprobación.

Resumen: que el americano se va a mudar por mí y aún no sabe que tengo pareja. Y parece que hasta que no se lo diga, mis palabras respecto a que no deseo tener una vida con él no valen una mierda.

¿Qué hago?

¿Dejar que venga y que se dé cuenta de que mis palabras tienen un valor por más que él se las tome a la ligera? ¿Decirle que tengo pareja y conseguir que no vuelva a hablarme nunca más?

 

 

Anónimo