No podemos predecir el futuro, y de intentar hacerlo, con toda seguridad fracasaremos estrepitosamente.

Lo que hoy es un problema mañana dejará de serlo, las situaciones que vivimos varían, las emociones son cambiantes, por lo que hoy algo puede parecer inapelable y mañana puede ser totalmente recurrible.


Es imposible vaticinar firmemente si alguien te acompañará el resto de tu vida, pero sí que hay señales que nos indican que algunas personas, probablemente, sí lo harán:

  1. Puede que desde el minuto cero conectaras con esas personas, o puede que lo hicieras con algo más de tiempo, pero cuando lo hiciste, cuando te abriste a ellas por completo, lo hiciste como con nadie antes.
    Con ellas puedes hablar durante horas y horas y siempre quedan nuevas cosas que contar y compartir.
    No hace falta que las hayas conocido hace mucho, el tiempo es relativo, sobre todo en cuánto a relaciones se refiere.
    Llega un punto en que lo sabes todo de esas personas, casi todos sus recuerdos los ha compartido contigo y aún así no te cansas de escucharlos una y otra vez.
  2. Puedes ser tú misma sin límites.
    Hay amistades con las que disfrutas y quieres mucho, pero seamos sinceros, nadie es al 100% fuera de casa como lo es dentro.
    Pero con algunas personas sí puedes serlo, no hay momentos incómodos y hasta los silencios son confortables.

    Algunas personas directamente son casa.

  3. Los amigos son la familia que se elige. Tópico sobre los tópicos, pero de mis favoritos.
    Hay amigos a los que la palabra amistad les queda pequeña, porque algunos son aún más especiales que la propia familia de sangre. Algunos son ese hermano que la vida no te dio, o sí te dio pero incluso lo supera.
    Y en la familia que tú decidas formar ellos serán uno más, uno de casa, no alguien de fuera.
  4. Vuestro futuro solo tiene una visión, y es juntos. Vuestros planes de futuro, tus metas, sus sueños, vuestros miedos, en todo estáis unidos.
    La idea de formar una familia mañana es mejor porque ellos estarán a tu lado.
    O la idea de no querer formarla es mejor porque ellos estarán a tu lado.
    Sea como sea el futuro que imaginéis es juntos.
  5. Siempre verán lo mejor de ti.
    Pero de verdad, no por regalarte los oídos.
    Es más, no dudarán en no regalártelos, no dudarán en contarte las verdades del barquero, quieras saberlas o no.
    Sabrán tus debilidades, tu talón de Aquiles, pero valorarán como nadie tus virtudes y te las recordarán cuando a ti se te olviden.
  6. Veros no supondrá un cuadrante de agendas anual.
    Querer es poder. Estarán presentes siempre, sea de la forma que sea.
  7. Serían los primeros en estar cuando los necesites y los primeros a los que llamarías en caso de ser así.
    Cuando te derrumbas, emocional o físicamente, son a quienes acudes para ayudarte a levantarte.
  8. La vida sin ellos, es menos vida.
    No, perdón.

    La vida con ellos, es pura vida.

    ¿Qué sería ella sin esas personas?
    Los momentos, los éxitos, incluso los fracasos, los recordaremos por las personas con quienes los vivimos.
    Sin ellos, solo es el paso del tiempo.
    Con ellos es el camino, es la vida.
    Al final…
    De eso se trata ¿no?
    De vivir y convivir con tus personas, con tus personas favoritas.

Marta Freire @martafreirescribe