Chicos, chicos, chicos.
Lo habéis hecho una vez más.

Tenéis una cita perfecta. Conexión. Química. Magia. Le habéis quitado el suje a mordiscos y justo ahí, en el momento previo al sangandanga, con todos vuestros movimientos sensuales y suavecito para abajo, soltáis la bomba (y NO la de King Africa): “No, es que yo no uso condón”.

¡Pero qué me estás contando por todos los santos de todas las galaxias….!

No os sorprendáis si vuestra chica pide en ese momento la hoja de reclamaciones, porque yo no sé en qué clase de universo este es un argumento permitido. Tampoco generalizaré: una vez quedé con un chico que decía que los condones eran como las espadas: sólo usaba los suyos y siempre los llevaba encima. Creo que la metáfora fue la de la espada (en ese momento yo no estaba muy concentrada) pero da igual: puto crack. Lamentablemente este chico pertenece sólo al 20% de hombres que insistís en usar condón. El 80% restante intentáis escaquearos con excusas cada cual más fantástica que la otra, como si viviéramos en un mundo donde los embarazos no deseados son imposibles y las ETS, inexistentes.

Pero os tenemos fichados. Sabemos de vuestras excusas baratas y conocemos vuestros cuentos chinos. No caeremos en vuestras sucias trampas porque sinceramente, caéis pesados. Poneros el pijama. #condonesdignidad

«¡UPS! NO HE TRAÍDO»
¡Pero no pasa nada! Hay unos lugares maravillosos llamados Farmacia, SuperCor u Open25 donde los venden a montones. También venden lubricante. Y Donetes. COMPRAD DONETES.

«SOY ALÉRGICO AL LÁTEX»
Lamento que pertenezcas al 1% de la población, pero me congratula anunciarte la existencia de los preservativos de poliuterano, un revolucionario material aún más fino que el latex común. ¡Yija!

«¿ETS? YO NO TENGO NADA DE ESO»
Por más que traigas el currículum entero de todas las mujeres con las que has estado y el de todos los hombres con los que han estado ellas (una especie de árbol genealógico del sangandanga) además de tu examen completo con fecha de hoy con todos los negativos a todas las ETS habidas y por haber en el mundo mundial, no va a suceder. ¿Que por qué? Porque tienes espermatozoides, he ahí el por qué.

«PERO, ¿NO CONFÍAS EN MI?»
Pero, ¿qué clase de chantaje emocional es este? A menos que te llames Aladdin, pues mira, no. Y esto no es negociable.

«SOY MUY GRANDE (EJEM) Y NO ME QUEDAN»
Un kilo y medio de condones XL y mucho lubricante, por favor.

«PERO NENA, VAMOS A PASÁRNOSLO BIEN»
Pero nene: yo me lo paso mejor sabiendo que estoy protegida contra años y años de pañales, cacas proyectil y verrugas genitales. En serio. No entiendo como tú no.

«NUNCA LOS USO Y NO ME HA PASADO NADA…»
VADE RETRO BELZEBÚ. Adiós a ti y a tus malas decisiones. Deja en la mesa de noche los Donetes.

«QUIERO SENTIRTE»
Y yo quiero el cuerpo de Beyoncé y un millón de dólares. Supéralo. Y hablando de sentir… lo siento, pero no lo siento.

«PODEMOS HACERLO MARCHA ATRÁS»
¿Sabes cómo se llama la gente que lo hace marcha atrás? PADRES. No me alcanzan los dedos de las manos para contar cuántos sobrinos tengo gracias a esta rudimentaria técnica.

«¿PERO ACASO NO TE TOMAS LA PÍLDORA?»
Pues claro. Tomo la píldora, ibuprofeno y la ocasional Dormidina. ¿Cual es tu punto?

«NO PASA NADA… LUEGO TE TOMAS LA PÍLDORA DEL DÍA SIGUIENTE»
Sí hombre.

«¿Y SI LO HACEMOS POR DETRÁS?»
Cómo no, pase usted.

«PERO ES QUE CON CONDÓN SE ME PONE BLANDA»
Lo peor de esta excusa es que ES VERDAD.

Chicos del mundo: no tenemos el chichi para farolillos, ni el chichi para vuestras excusas. Arriba los condones. Arriba el sexo. Arriba la salud sexual. Porque mimamos nuestros chichis y los queremos fuertes y sanos.