La infidelidad es uno de los temas más polémicos y debatidos en lo que a pareja se refiere, siempre entramos en debate de si hay que contar las infidelidades o callarse hasta la muerte, pero realmente es muy difícil poner el límite.

Todas las personas que hemos sufrido cuernos nos ponemos en situación, y si nos preguntas si hay que confesar una infidelidad, gritaríamos si y si y mil veces sí, porque lo hemos sufrido y queremos saber, porque el saber da poder ¿No?

Bueno pues creo que esa afirmación es más que cuestionable, y ya no hablo desde la perspectiva de corazón roto y cornudo, os hablo desde el enfoque de una psicóloga especializada en sexología, y es que es importante que cuando hablamos de esto, hacerlo desde la objetividad hasta el punto que se pueda, si me lo llevo siempre a lo personal no estaremos dando una ayuda real, porque estoy hablando de mi y solo de mi.

Para empezar tenemos que aclarar que no todas las infidelidades son iguales, y que cada pareja pone su límite donde le parece, y lo que para ti puede ser una cosa normal, para otra pareja puede ser motivo de ruptura.

Poner límites a tu relación, es decir, qué quiero para mi pareja y qué no quiero, ¡OJO, OJITO CON ESTO! Porque los celos suelen aparecer mucho aquí, una cosa es poner límites y otra cosa es controlar y desconfiar de nuestra pareja, no se trata de eso.

Una vez que tienes tus límites claros, hay personas que pueden jugar dentro de estos, el problema está cuando te has pasado y te sientes culpable (o no) y finalmente cometes una infidelidad.

CUÁNDO CONTARLO

Pues principalmente cuando quieras sincerarte de verdad con tu pareja, y me diréis bueno eso es siempre ¿No?, pues realmente no, hay mucha gente que confiesa una infidelidad porque se siente tan mal consigo mismo que no lo aguanta y necesita aliviar su conciencia confesándolo, pero en muchas ocasiones ni han reflexionado por qué ha pasado o si realmente quieren que vuelva a pasar o no.

Por eso si has sido infiel de una forma muy premeditada, ha habido tonteo con otra persona durante tiempo, ahora incluso te cuestionas tu relación, es hora de contarlo. Que seas muy honesto contigo mismo y pienses por qué ha pasado esto, si va a volver a pasar y qué implica para mi pareja que yo haya cometido una infidelidad

Las infidelidades SE PUEDEN SUPERAR, pero si nos saltamos el paso anterior de introspección (mirarse pa dentro qué me pasa y qué no) tanto del infiel como de la otra parte, no podemos empezar este proceso de perdonar, y eso de sisi yo perdono pero no olvido puede ser también una trampa.

 

CUÁNDO NO CONTARLO

Aquí seguramente mucha gente discrepe, y es normal, estamos hablando de procesos muy dolorosos y emocionales y si te pones a pensarlo siempre dirás ¡YO QUIERO SABER!, pero muchas veces el saber no ayuda mucho.

Estos casos son los menos, y tienen que ser en unas condiciones determinadas, es decir, una noche me emborracho (o voy sereno) y termino con otra persona, en un momento único y puntual. Que no significa nada y que tengo claro que no se va a repetir, en este caso, lo mejor sería no contarlo.

 

Aquí es donde pedís mi cabeza clavada en una estaca, y lo repito, lo entiendo, pero pensar por un momento, es un acto aislado, ¡OJO! Aquí otra vez, no estoy diciendo que mi pareja esté hoy alegre y salga de forma premeditada buscando liarse con alguien, no estoy hablando de eso, hablo de algo que no está pensado ni premeditado ni medido ni nada.

En ese caso contarlo solo serviría para aliviar la conciencia del que ha sido infiel, se siente mal (es normal), sabe que ha hecho algo malo, que ha traicionado a la otra persona y que necesita que le perdone, y todo esto está muy bien, pero hay que pensar en la consecuencia posterior a confesar esa infidelidad.

Probablemente rompa la confianza de forma permanente, porque aunque una infidelidad se puede superar, recuperar esa confianza puede que no vuelva nunca, y puede quedar ese halo en nuestra relación, por un momento único y puntual que no se va a repetir.

Puede que este artículo levante muchas ampollas y haya gente que no esté nada de acuerdo, y lo repito es NORMAL. Pero intentar no pensar siempre desde vosotros mismos, hacer introspección y valorar, siempre valorar, hasta qué punto el saber en qué ocasión hace más mal que bien.

Por supuesto no defiendo ni justifico la infidelidad, ya que si tienes una relación monógama no hay espacio para ella. Pero sí es cierto que somos imperfectos y que podemos cometer errores, por eso hay que valorar primero por qué se ha cometido esa infidelidad y segundo si contándolo lo hago para ver qué hago con mi relación o simplemente para sentirme mejor.

 

 

 Aida Vallés Psicóloga especializada en sexología y en terapia de pareja [email protected]