Tener insomnio es una de las peores cosas que te puede pasar. Das vueltas en la cama, te da ansiedad cuando vas viendo que tienes que levantarte en 6, 5, 4 horas y no has pegado el ojo, y cuando logras al fin caer rendida, el despertador suena enseguida. Al día siguiente amaneces cansada, no rindes igual en el trabajo y te llenas de café y Coca-Cola para no quedarte dormida sobre el teclado. A la siguiente noche, lo mismo. Es un bucle sin parar.
Por más de un año sufrí un insomnio crónico del carajo. En mi caso, el insomnio era medicamentoso: es decir, estaba causado por un tratamiento médico que seguí, por lo que no había mucho que podía hacer. No quería engancharme a ningún ansiolítico, y a pesar de que en la época de alergias los antihistamínicos me ayudaban un poco a conciliar el sueño, el resto del año lo pasaba bastante mal. Por aquella época trabajaba freelance, por lo que podía permitirme dormir hasta más tarde si no lograba conciliar pronto… pero cuando me cambié a un trabajo con horarios fijos, lo que más miedo me daba del nuevo curro era tener que levantarme pronto.
Intente por varias vías «naturales» solucionar mis problemas de sueño. Me quite del café, té, Coca-colas y bebidas estimulantes, bebí por las noches infusiones relajantes, tomé melatonina, hice deporte para llegar cansada a la noche… pero nada parecía funcionar, hasta que me encontré con el magnesio.
Al parecer, el magnesio funciona como un relajante muscular natural y además interviene en varias reacciones enzimáticas durante las fases del sueño. Estas dos cosas ayudan a que logres tener un sueño profundo y reparador.
Debo confesar que cuando leí esto desconfié, porque como os dije, ya lo había probado todo, pero cuando leí que es normal que muchas personas tengamos deficiencia de magnesio por el tipo de alimentación que llevamos (se encuentra naturalmente en semillas, espinacas, legumbres y frutos secos) pensé que no tenía nada que perder. Investigué un poco por internet y el que mejor me resultaba de precio fue este de Prozis, así que me lo pillé. La recomendación es tomar 2 cápsulas (300mg) un par de horas antes de dormir, así que me propuse tomarlo con la cena.
La primera noche – no sentí nada.
La segunda noche – no sentí nada.
La tercera noche – tuve la mejor noche de mi vida (en temas de sueño, malpensadas).
No me lo podía creer. Había tenido una noche de sueño reparador como no la había tenido en meses, y sin los efectos secundarios de los antihistamínicos (estar hecha un trapo todo el día).
Llevo 6 meses tomando magnesio todas las noches y debo decir que mi vida ha cambiado. Duermo profundo, no me siento cansada por las mañanas y puedo conciliar el sueño a la hora que mi cuerpo lo necesita para levantarme a las 6:45am como una campeona. Lo recomiendo a todas las personas que ya han probado todo para dormir y no encuentran la solución: ¡para mí, el magnesio la ha sido!
Aquí tienes el enlace al magnesio más vendido de Amazon, que es como no de Ana María La Justicia.
Y si no te gustan las pastillas, nos recomiendan este en su versión efervescente
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