Esta historia me ocurrió hace ya unos cuantos años. Tenía 21 y estaba en la universidad. Entonces se llevaba bastante la página web de Badoo, que era diferente a la app que hay en la actualidad, pero la finalidad era parecida. Conocer a posibles rolletes.

Entonces estaba soltera y con el autoestima un poco bajita (aunque nunca la he tenido muy arriba, la verdad). En mi perfil tenía un total de 3 fotos. Una en la que se me veía solo la cara y otras dos donde se me podía ver de cintura para arriba. Un chico me habló un día que estaba en línea y le seguí la conversación.

Parecía majillo, teníamos conversación y estaba interesado en mí… Me decía que le parecía muy guapa y a mí, la verdad es que me subía la moral con ese presunto interés. Por aquel entonces WhatsApp no existía, así que nos dimos el Messenger, que era lo más parecido para poder hablar diariamente.

Estuvimos hablando cosa de una semana todos los días desde las 19 de la tarde hasta las tantas… él mostraba mucho interés en conocerme y yo también quería, pero mi falta de amor propio hacía que necesitara tener más confianza para ello. Me pidió que le enviara alguna foto más de mí y como el chico me daba confianza, acepté y le mandé una en la que salía yo sola, de cuerpo entero.

Tardó un rato en contestar y yo ya estaba preocupada, algo me olía mal. Entonces lo soltó: “Me gustas mucho de cintura para arriba, pero de cintura para abajo no eres lo que busco”. Ahí me mató… La poca fuerza que había cogido para tener esa confianza con él se desvaneció con ese comentario. Yo le dije que en todo momento le había sido franca y que todas las fotos que había visto eran mías, que tampoco me había escondido, y él me contestó que mis piernas no le gustaban porque eran demasiado gorditas.

Mentiré si digo que no me afectó. Lo hizo en ese momento y mucho. Tanto que borré mi perfil de esa página. Sin embargo, si me preguntáis ahora, me alegro mucho de que pasara eso, así me evité quedar con un gilipollas en potencia.

Anónimo