Leer escuchando Mi gin tonic- Andres Calamaro

Hola, me llamo Dolores y soy una “yonki” de la ortografía. Pues ale, ya lo he dicho. ¿Dónde tenéis el café y los donuts esos que salen en las pelis cuando vas a un grupo de autoayuda? Que estoy a régimen y me tengo que mantener lejos de esa mesa.

Pues sí, soy una obsesionada con la buena letra. Con las “m” antes de las “b”, con las bra, bre, bri, bro y bru siempre escritas con “B”, con las esdrújulas con la tilde bien puesta y con la “h” en el pretérito perfecto compuesto.

Y sí, reconozco que esto ha sido siempre un pequeño problemilla. Que sí joder, que siempre he sido un poco nazi. Ya me lo decían mis amigos. Yo no pasaba un perfil de Tinder (Adopta en mi caso) con una “k” en vez de un “que”. Y ellos me decían que eso no podía ser, que todo el mundo se equivoca. Pero yo tenía mis razones, y no eran malas ¿eh?. Que si ese tío escribe así es porque prefiere hacerlo rápido que bien, y oye, si eso es escribiendo… pues ya os podéis imaginar como folla (yo, a mi teoría, le veo todo el sentido).

Es que no creo que sea tan complicado usar una coma, o un “puntico”. Que sí, que sí, que yo entiendo que soy complicada, pero decidme si no cambia la vida una sola coma:

  • Vamos a comer, ¡Coño!
  • Vamos a comer coño.

Señor@s, que la ortografía es sexy, que se lo digo completamente en serio, créanme. Que una coma es importante, pero una tilde bien puesta, eso, eso es orgásmico:

  • Ayer tuve sexo sólo dos veces.
  • Ayer tuve sexo solo dos veces.

Que joder, entre una y otra hay una tilde y dos eyaculaciones en compañía de por medio. No puede ser que te importe un pepino escribir mal, porque si es así, ya me estás diciendo como eres y, oye, yo prefiero la segunda frase que la primera. Tú te puedes hinchar de porno.

Pues una vida llevo yo luchando. Una vida. Y una lucha ardua y feroz, no te creas. Que a mi es llegarme un mensaje que ponga “k wapa estas en tu foto de perfil. Haber si kedamos 1 dia” (y esto es verídico) y pasan tres cosas:

  1. Ya puedes ser el mismísimo Brad Pitt en calzoncillos que se me cae la retina de un ojo y me salen tres quistes en el riñón, y no precisamente de ver tu paquete.
  2. Abrazo fuerte a mis dos tomos del diccionario de la RAE (los que me trajeron los reyes en agosto) y les prometo que todo va a salir bien.
  3. Me apunto a una ONG de lucha para la alfabetización de la humanidad.

 

Media vida decía, que llevo intentando convencer de mi teoría a mis seres queridos, media vida. Y cuando los tengo ya casi casi convencidos, llegan hoy y me dicen que ha salido un maldito estudio de no sé qué universidad de EE. UU. que dice que las personas obsesionadas con la ortografía somos odiosas. ¿Perdón? Si yo soy una persona adorable (con quien quiero, sí, vale, pero adorable) Pasadme esos donuts y un buen café, que tengo que pasar este trago como sea (a tomar por culo la dieta). Michigan, la Universidad de Michigan.

Vale, reconozco que al chico que me escribió lo que habéis leído antes, le mande un link de cuadernillos rubio de venta en Amazon. Pero a mí me pareció bonito, si me apuras hasta romántico. Odioso para nada.

Claro, yo ya me quedé con el “run run” detrás de la oreja y pensé ¿a ver si de verdad voy a ser una “jelipoller” ?,¿seré la única que se enamora de los hombres que escriben y hablan bien? ¡Pues no amig@s! Porque como todo en la vida “siempre hay un roto para un descosido” y “un estudio de la Universidad de Wisconsin para otro de la de Michigan” (Vale, esto último me lo he inventado yo, pero es cierto). Y encontré una encuesta realizada a 5.500 solteros estadounidenses en 2016 en el sitio de citas a través de internet Match.com que decía que el 39% de los usuarios juzgaba la compatibilidad de los candidatos por su manejo de la gramática(valorado por encima de la sonrisa, el estilo de vestir o el estado de sus dientes) ¡Chúpate esa Michigan!, ¡Pasadme otro donut!

Y de verdad que esto no es una especie de clasismo encubierto, que conozco licenciados con Máster y Doctorado que dicen “haiga” o “ambos dos” (tan verídico como el mensaje que os he puesto antes). Tiene más que ver con el hecho de ser cuidadoso y detallista.Realmente no tiene asociación con el nivel de estudios, es una cuestión de (como leí una vez) calidad de pensamiento, porque nadie comete faltas de ortografía cuando piensa. Así que señor@s, al igual que en Michigan seré tremendamente odiosa, también soy rematadamente detallista y eso, para mis seres queridos, creo que es un plus.

Y no se equivoquen, que eso de que la mala ortografía no es importante y no se aprecia, es una falacia. Porque la ortografía, como las erecciones, si se tienen, se notan. Y créanme, es mejor tener solo dos que tenerlas sólo.