Odio a mi suegra más que nunca.
Necesito desahogarme porque no sé cómo acabará esto.
Mi hija tiene cuatro meses y se la dejé a mi suegra para que la cuidase una tarde porque tenía que hacer unas gestiones antes de volver al trabajo tras la baja de maternidad.
La sorpresa viene en que era la primera vez que se la dejaba y la muy perra (lo siento, no puedo reprimirme) se la ha llevado y le ha puesto pendientes.
Puede parecer que soy una dramas, pero yo no quería hacerlo y ella lo sabía.
El caso es que durante el embarazo leí un artículo aquí sobre el tema.
En él me di cuenta de que no somos quienes para decidir sobre nuestras hijas, y me pareció muy curiosa la parte de que en el lóbulo de la oreja se encuentra la zona de la inteligencia y que la mutilamos por estética.
Lo comenté antes de que naciera, lo dije varias veces cuando preguntaban por qué no llevaba pendientes y argumenté que yo tampoco me los ponía nunca y que me habría gustado que mis padres no me hicieran los agujeros.
Mi suegra, que va de moderna, me dijo que lo entendía perfectamente y va y se lleva a mi hija y hace lo que quiere con ella.
Su hijo dice que exagero y que la niña está mucho más guapa, pero, ¿no se da cuenta de que por ahí no van los tiros?
No ha sido fácil quedarme embarazada y la gestación tampoco ha sido un camino de rosas. No quiero darme protagonismo porque la hija es de los dos, pero por eso mismo él no tendría que estar de su parte.
No son conscientes de que para mí era importante no hacerlo. No me parece bien decidir por ella y no quiero enviarle ese mensaje a mi hija de que es importante estar guapa y que con pendientes eres más femenina, porque no es así.
Además, ¿y si ella luego no se siente cómoda con su género? Es que es así, mi hija ha nacido niña, pero se puede sentir niño y no la quiero condicionar con su género por un puto brillantito o florecita en la oreja.
Mi marido se ha puesto que trina por este comentario, pero es que todo podría ser.
Ahora mismo no quiero verlo a él ni su madre. De verdad que me planteo seriamente una separación, porque si se pone de parte de su madre después de saber que ha sido una traición en toda regla, no sé qué más decisiones va a tomar ella por mí y él le va a dar la razón ciegamente a ella.
