Dedicado a: Pequeño Saltamontes.

Desde hace unos cuantos meses, estoy en una situación algo difícil… ahora mismo tengo un momento bastante bajo que me ha hecho reflexionar para escribir este artículo.

No voy a hablar de historias de amor, ni de ligues raros ni hombres que desaparecen. No voy a hablar de familia, ni de trabajo; ni tampoco de los kilos que me sobran y que a veces me amargan sobremanera. No voy a hablar de todo lo que me acompleja, ni a quejarme de la sociedad. Voy a hablar de algo, que si te has visto en esta situación es extrapolable a todo lo demás.

Hoy voy a hablar de una de las personas que más quiero: Mi mejor amigo.

descarga

Nos conocimos un 16 de septiembre de 2003 y hemos sido inseparables desde entonces. Aunque diferentes a rabiar, nos hemos contado la vida y milagros durante los últimos trece años. Hemos estado ahí para el otro, para apoyar en los momentos malos y compartir y disfrutar los buenos. Hemos tomado litros y litros de té, y he arqueado las cejas con sorpresa tras verlo engullir sin engordar tartas enteras preparadas por mí especialmente para la ocasión. Hemos llorado y nos hemos prestado dinero, nos hemos cagado en la puta cuando éramos pobres como ratas o cuando nos decepcionábamos de lo que ocurría a nuestro alrededor. Comentamos series y nos prestamos libros. Si alguno estaba liado y no daba señales, el otro lo llamaría tras unos días de silencio simplemente para saber si estaba bien.

Es un hermano, familia… es muchísimo más. Más especial que nadie, encontrado por casualidad como un diamante en una playa literalmente del otro lado de la Tierra. Es una de esas personas por las que no cambiarías ni uno de los intrincados detalles casuales que te han llevado a conocerla: es magia. Es alguien más allá del amor romántico, es como un pilar de mármol… alguien a quien ves de modo inamovible en tu futuro, con quien estarás sentado tomando té y comentando sobre el dolor de articulaciones cuando seas viejito.

JODER, ÍBAMOS A SER UN PAR DE VIEJOS CABRONES Y SOFISTICADOS.

Sin aviso ni motivo, las llamadas y las noticias se espaciaron cada vez más y hubo comentarios agrios de que no era buen momento porque estaba agobiado con sus estudios y sus cosas. No me cogía el teléfono y a veces ni respondía a los mensajes. Yo me preocupaba y sufría, y cuando me comunicaba preguntaba si tenía que ver conmigo: él insistía en que estaba agobiado y que el rollo era otro.

Tristemente tuvo que dejar su carrera, volver a la isla… y ahora que estábamos a dos kilómetros mal contados el uno del otro, la situación continuó. Constantemente le mandaba mensajes para vernos (y para así poder hablarle) y sólo recibía excusas constantes, algunas con poco tacto, insinuando que tenía mejores cosas que hacer. Me escribía sólo cuando necesitaba algo.

Cansada y machacada, dejé de insistir. Me llega alguna foto impersonal sacada de Twitter al whatssap de tanto en tanto, sin una palabra por su parte.

Hace casi dos meses que no hablamos.

Hace diez días que conseguí trabajo, después de tanto buscar. Estaba tremendamente feliz aquél día, aunque una pequeña parte de mí lloró porque no podíamos compartirlo. Hoy Facebook me ha enseñado una foto suya, con uniforme de supermercado; indicativo de que él también está empleado finalmente. Siento rabia y tristeza ahora mismo, pensando que deberíamos estar bebiendo algo con mucho alcohol, riéndonos y diciendo que ahora podremos ahorrar para el viaje a París que llevamos años queriendo hacer juntos; y no apartados sin hablar como dos desconocidos.

Tengo un agujero horrible donde antes estaba la seguridad de que alguien estará contigo para siempre, pase lo que pase.

Imagino que lo pasa mal (con lo que sea que le ocurra), pero veo que tiene sonrisas, salidas y buenas palabras para todos los demás. No hemos discutido, ni peleado, ni nada. A veces pienso que desfoga su frustración en mí porque sabe que después de tantos años no me iré de su lado. Me siento imbécil, idiota, siento que esto es injusto y me hace infeliz, a la vez que lo echo de menos espantosamente.

Y a tí, ¿El cariño te ha convertido en la pelota anti-estrés de alguien?

Flor Igielski

(Flor de Cerezo/Azahar/violetilla del bosque/flor del desierto/cardo/pequeña caléndula, etc.)