Aunque te resulte impensable la idea de tener citas a solas contigo misma, te digo de antemano que es un acto increíblemente poderoso. Puede que esta evaluación te resulte algo escéptica pero…si tan chocante te resulta el hecho de sentarte sola en un bar a tomar algo, es que hay algo igual de poderoso detrás de esa roca que lo bloquea.

Permitirte momentos para ti te ayudará a conocerte mejor y a tomar conciencia de tus propios gustos y necesidades. Además, adquirir esa independencia nos aporta seguridad en nosotras mismas, llegando a mejorar nuestras relaciones con los demás. Es un feedback.

Meditar en tu habitación tranquilita está bien, pero te propongo ir un poco más allá. Por eso te dejo aquí una serie de planes progresivos y sencillos para que te vayas soltando. Te animo a que conquistes los espacios, ¡vamos a la calle!

1.Ir a desayunar a una cafetería. Es una forma perfecta para romper el hielo contigo misma. Infinidad de personas desayunan sin compañía, piénsalo. Ya sea por los 20 minutos de descanso del trabajo, por aquella visita temprana al ambulatorio, o por hacer tiempo para algún compromiso. Pero por increíble que te parezca también por placer. Empezar el día disfrutando de ese momento de intimidad con un buen café y tostadas es una declaración de intenciones. Puedes visitar cafeterías diferentes, ver cuál café te gusta más, ir a probar los croissants de aquella terraza del casco histórico. Imagina que eres una turista en tu propia ciudad.

2.Plantarte tus zapatillas y tirar millas. Ya sea a andar o de paseo, el ritmo lo marcas tú. Puedes ir cambiando tus rutas, sacar fotos de lugares con encanto, visitar monumentos, pasear por el jardín botánico… Prueba a llevar tu música preferida contigo si te apetece. Para las más avanzadas podéis apuntaros a alguna salida de senderismo organizada por los grupos de la zona. Es perfecto para conocer lugares diferentes.

 

3.Reserva un momento beauty-relax para ti. Quizás te parezca un lujo pero es un regalo para ti misma y te mereces darte amor. Una higiene facial, un masaje o una manicura es algo que créeme…te lo llevas puesto ¡y muy adentro!

 

4.Pasear entre los miles de títulos de una biblioteca. ¿Te gusta leer? Hay un sitio donde puedes leer GRATIS miles de libros tanto actuales como clásicos. Las bibliotecas son un sitio bohemio y con encanto en el que perderte. Puedes pasear por sus librerías, ver cuáles son las que más te atraen, ojear a tu antojo e irte tal cual has venido.

5.Hoy tienes una cita con alguien que te gusta… y ese alguien eres tú. Busca en el armario tus prendas preferidas, ya sabes, ese vestido que casi nunca te pones pero que te tiene enamorada. O ese conjunto, el que tiene todavía la etiqueta puesta. Hazte ese peinado que viste por internet o suelta tu melena si eres de la coleta-moño perenne porque no te da la vida. ¿Has terminado? ¡Genial! Estás lista para irte de compras y entrar por la puerta de las tiendas como una Kardashian. ¿Ves algo que te gusta y no tienes a nadie que te de opinión? ¿Te gusta a ti? Pues perfecto, para ti. Confía en tu intuición y descubre tu propio estilo.

 

6.Apúntate a algo que te guste. Un curso de idiomas, de baile, de manualidades, yoga, Pilates, al gimnasio… ¿Hay alguna actividad que quieres probar? Oye, quizás no coincide con los gustos de ninguno de tus amigos, pues ¡se siente! O quizás no. Es perfecto para ir sembrando parcelas privadas en tu vida, además te marcarán un horario a seguir con regularidad y ayudará a asentarlo en tu rutina.

 

7.Ir al cine. ¡Vale! Puedes decirme… ¡esto es muy atrevido! Visto desde fuera como nos lo han vendido en las películas puede parecerlo. En ellas los que se iban solos eran aquellos que no tenían amigos, o a los que su cita les daba plantón. Pues de verdad no es así, en serio, resetea. Si lo piensas de forma lógica es una actividad perfecta para ir a solas. Te sientas en la oscuridad en un asiento numerado, y donde no se debe hablar durante la proyección. No hay motivo por el cual no puedas disfrutar de esa película que quieres ver. ¿Solitaria? no, ¡independiente!

En el libro de Julia Cameron, titulado El Camino del Artista, uno de los ejercicios básicos son las citas con el artista. Consiste en reservar una cita a la semana contigo misma para la estimulación de la creatividad y la autoestima. Sus propuestas pueden tender a lo artístico, como ir a clases de cerámica por ejemplo. Pero también hay otras muy asequibles como ir a un supermercado y comprar lo que necesites para hacerte tu comida preferida de cuando eras pequeña.

Como veis la conquista de nuestros tiempos y espacios no es algo nuevo, y su efectos muy empoderadores. Esto no es que de repente te niegues a hacer planes con tus amigos y familia, sino que seas capaz de conocerte a ti misma y darte lo que necesites.

Cuéntanos, a lo largo de la semana ¿cuál es ese momento que es sólo tuyo y disfrutas?

Mariló Córdoba.