Existe en todas un algo que nos apasiona tanto, que es como un juego. El tiempo vuela y te pasarías todo el día con ello. Te hace sentir igual que cuando eras niña.¿Qué me dirías si te dijera que podrías empezar a vivir de tu pasión? Seguramente de entrada me dirías que estoy completamente loca, pero ahí es dónde te equivocas, chiqui. ¿Verdad que cuando te apetece comprarte un conjuntazo sexy, escribes a tu amigui del alma, la que está obsesionada con Victoria’s Secret?, ¿o si se te antoja ir a echarte unas fotazas le preguntas a tu amiga la influencer por las localizaciones de sus fotos de Instagram?

La mayoría de nosotras tenemos una amiga para cada situación: para ir de copas, a la que le contamos nuestros dramas o la aventurera que nunca se resiste a un viaje. Si lo piensas, nosotras también somos esa amiga para alguien: a la que le encanta la repostería, a la que se le da de coña el maquillaje o la que tiene un don para las mates.

 

 

Vivimos en la era de la marca personal y preferimos pedir los servicios de la vecina la del quinto que de una gran marca. De hecho, todas tenemos una marca personal que nos hace únicas. ¡Si no que se lo digan a mi madre y su tortilla de patatas! eliges si quieres o no potenciarla. Tu eres única y gracias a eso serías capaz de posicionarte y monetizar tus pasiones, conocimientos y experiencia. Imagino que debes estar flipando y pensando en “cómo narices te posicionas y te monetizas” porque suena un pelín porno. Nada que ver, aquí hemos venido a currar y te traigo algunas pautas para que empieces YA a perseguir tu sueño.

? Empieza por conocerte, indaga en ti y descubre qué se te da bien, qué te apasiona y cómo podrías ayudar al mundo con eso. Si ves que no das en el clavo tú sola, siempre puedes preguntar a tu entorno, aunque reconozco que al principio puede hacerte sentir un poco extraña. Quien bien te quiere, te ayudará.

?Lo más difícil ya ha pasado, ahora es el momento de decidir quién será tu público objetivo, a quién quieres ayudar, dónde se encuentra y cuál es su forma de comunicarse.

 

? Ahora toca definirte como profesional escogiendo cómo quieres que te perciban tus clientes potenciales: los colores, las tipografías, las fotografías, el tono y la personalidad de la marca. Truqui del almendruqui: para que todas estas elecciones te sean más fáciles sé tú misma siempre: si eres muy flower power poténcialo, si eres más seria y clásica también.

?¡Listo! Ya conoces a tus futuros/as clientes/as y tienes claro cómo mostrarte al mundo, ahora comienza a crear comunidad. Aquí deberás enterarte de en qué redes sociales se esconden tu público objetivo y compartir contenido de valor. Puedes colaborar con otros profesionales del mismo campo o de otros campos que te complementen. En definitiva, chiqui, salir del armario y mostrarle al mundo lo que sabes hacer y lo buena que eres en ello. Tendrás seguimiento y aunque sea reducido, ya estarás preparada para crear un plan para monetizar tu contenido.

 

Da miedo tirarse a la piscina, pero con estas ideas empezarás a ver resultados:

 

?Ofrece una consultoría o asesoría sobre tu especialidad: puedes ofrecerles a tus tres primeros clientes/as un precio simbólico y a cambio ellos deberán dejar una review o comentarios en tus redes o blog.  Piensa que el feedback es crucial para futuras ventas y además te darán un buen chute de autoestima.

 

? Crea alguna formación del tipo que sea, eso sí, de la cual pueda beneficiarse tu audiencia. Puedes hacerlo gratis en plataformas como Hotmart o Udemy.  Yo ya te imagino tiza en mano y repitiendo eso de «Dilo en voz alta, para que nos riamos todos»  jjijijiji

 

? También puedes afiliarte a páginas de productos o servicios que le interesen a tu público objetivo para recibir comisión, ¡dinerito ven a mí!, oh yeah!

 

Ya ves que vivir de tus aficiones y marca personal es más fácil de lo que imaginas, aunque nunca debes olvidar que se trata de un camino largo que requiere esfuerzo, en el cual también tendrás que invertir en formación y en herramientas que te hagan la vida más fácil en tus tareas diarias. No olvides que el verdadero fracaso sería no intentarlo.

Y eso es todo . Sed buenas pero si no lo sois, contádmelo.

 

* Artículo en colaboración con Mari Fernández, psicóloga, mentora y formadora de emprendedoras, especializada en estrategias de marketing, negocios y mindset.