Ay amigas, qué difíciles somos a veces y cuánto daño nos hacemos a nosotras mismas sin darnos cuenta, claro.

Somos unas personas maravillosas, unas amigas de 10 y unas hijas/ hermanas/ parejas espectaculares; pero, ¿por qué no nos portamos con nosotras mismas, al menos, igual que lo hacemos con los demás?

Ilustración niña corazones
Lo ideal sería que nosotras mismas fuéramos la persona con la que mejor nos comportamos, a la que más mimamos y mejores deseos tenemos, pero ¿por qué nos boicoteamos tanto? Y, lo más importante, ¿creéis que nos hemos pedido perdón por todas esas veces que no lo hemos hecho? 

Os pongo algunas situaciones en las cuales, en mi opinión, creo que debemos pedirnos perdón a nosotras mismas e intentar, en la medida de lo posible, que no se repitan muy a menudo.


1- Espejito, espejito… ¿quién es la más bella del reino?


¿Y a ti que más te da quien es la más bella del reino? y, sobre todo, ¿qué más te da lo que piense una mierda de espejo? Lo importante y lo ideal es como te sientas contigo misma.


Deja de repetirte mensajes negativos cada vez que ves tu reflejo en un espejo porque eso, se queda pegado en tu cerebro como un sugus  y, tarde o temprano, deja huella.


Contéstame a una pregunta: Si tú cuerpo fuera una persona externa y completamente ajena a ti, ¿le dirías todo lo que le repites a tu body a diario?
Seguro que no, plantéatelo.

Chica reflejándose en espejo

2- Eso solo pasa en las pelis


A ver muñeca, ¿qué es eso de pensar que a ti no te pueden dar ese puesto de trabajo? ¿O que no puedes optar a las mismas opciones que los demás? O lo que sea… sea cual sea tu meta (como si es comerte la pizza familiar entera, me da igual) no puedes repetirte (aunque sea en bajito) que a ti no te pasan esas cosas, que esas cosas solo pasan en las pelis.

¿Quién te dice a ti que no? Tú tienes que ser tú mayor fan y tú mayor apoyo, las cosas con esfuerzo y trabajo llegan, y tú no vas a ser menos, hombre ya.


3- Claro, ¿cómo no iba a ser a ?


Wait, princesa del drama, wait. A todos nos pasan cosas malas y, ojo, soy partidaria de que nos quejemos cuando tenemos un mal día y que maldigamos el día gris que nos ha tocado vivir con una copa de vino, pero eso se queda ahí.

No podemos alargar ese momento ni, muchísimo menos, pensar que nos pasan cosas malas por ser como somos. Te pasan cosas malas porque tienen que existir para que luego valores por 1000 esa maravillosa copa de vino y esa pizza que te estás comiendo, no more.

Chica bebiendo copa de vino


4- ¿Por qué no puedo ser normal?


Esta es, quizás, la que más me gusta porque durante mucho tiempo ha sido una pregunta que retumbaba en mi cabeza día y día también. ¿Cómo que normal cari? ¿Qué es ser normal? ¿Acaso creemos que alguien lo es?

No, amiga, todo el mundo tiene sus cositas, sus dramas, sus defectos y sus dudas, simplemente tú tienes más presentes las tuyas porque te acompañan todos los días y, ojo, también te definen y forman parte de ti. Está genial querer superarlos, pero para ello, tenemos que aceptarlos.

En definitiva, estás solo son algunas situaciones en las que nos ponemos en duda a nosotras mismas y nos dañamos sin darnos cuenta, pero estoy segura que habéis vivido y experimentado mil más.
¿No os parece súper injusto que nosotras seamos las personas que peor nos lo hacemos pasar a veces? Cuando nos queremos nos reventamos de amor, pero cuando tenemos el día mohino, ¿nos machacamos?


No titis, no. Ahí nos amamos el doble, el triple o el cuádruple más. Así que, hazme el favor, apúntate todas esas situaciones en las que crees que no has sido justa contigo misma y pídete perdón una a una.

Tú eres tú mayor regalo, valórate de una vez por todas y ámate cual pizza 4 quesos, por la madre que te parió.

 

@SaraZarco