Mi suegra es una petarda, os lo digo ya. Nadie la soporta y cuando digo nadie, es NADIE, ni su único hijo varón, ya tiene delito la cosa.

Mi suegra, tiene muy malas pulgas, es tremendamente peleona y le gusta revolear cosas además de pegar manotazos (y lo que no son manotazos). Encima tiene un TCA, es diabética pero dice que los médicos mienten y sabe más que nadie, es maestra liendre.

Hombre negro vestido con ropa de trabajo mirando asombrado

Total que la tía tiene cero aliados y montones de enemigos que la odian, por ejemplo su familia entera. Y me diréis, ay pobrecita tú que te ha tocado como suegra. Pues no, es que a mí no me molesta.

Mi suegrita ogra, viene a mi casa unas tres o cuatro veces al año, no le tengo que hacer de comer (no quiero comer), no me critica la limpieza ni lo que hago con mi vida ni con su hijo, no me revienta el móvil a llamadas y no habla malamente de mí a mis espaldas. Es que queridas, yo no sé ustedes pero mi última suegra era un coñazo, se metía en todo y no le gustaba nada de lo que yo hacía, invertía tiempo en criticarme a mis espaldas con mis otras cuñadas y en llamarme para saber lo que iba a hacer además darme su opinión sin habérsela pedido. Con mi suegra ogra, yo no me meto en sus fregaos y ella no se mete en los míos. Tan felices.

Bob Esponja sacudiéndose las manos

La cosa es que me siento fatal por mi marido quien durante toda su vida ha recibido vejaciones y malos tratos por parte de ella, desde bien pequeñito. Ahora están en un punto donde el trato es cordial, cercano a veces, pero más de cuatro días juntos no pueden estar. Se me parte el corazón al ver cómo a él le gustaría tener una relación normal con su madre, como la que tengo con la mía, sin embargo, esa señora es imposible. Además, mi esposo tiene que aguantar a los demás familiares llamando para contar la última gresca en la que su madre se ha visto envuelta con algún familiar. El problema de todo esto es que la familia no nos invita casi nunca a las reuniones familiares para que ella no venga y siempre estamos en tierra de nadie. 

Comida familiar y el texto abajo dice no puedes elegir a tu familia

Mi suegra ogra también tiene su TCA y cada vez está más flaca; entonces tanto mi marido como su padre quieren buscar ayuda médica pero es imposible ya que la señora no quiere ir a los médicos, no autoriza a nadie para que vea su historial médico y se pone hecha un basilisco en el momento en el que alguno de los dos  sugiere que necesita ayuda psicológica.

La cosa es que delante mía nunca se ha vuelto una energúmena, aunque sí la he visto decirle cosas feas a su hijo y a su esposo más de una vez. Y dejadme que os diga que no soy yo la que se va a meter por medio. Ella no se mete en lo mío y yo no me meto en lo suyo. 

Dos mujeres estrechándose la mano en señal de acuerdo

¿Cómo me voy a meter si soy la última en llegar a la reunión?

 

Anónimo