Mira, hay mucha gente que analiza a los demás y se compara porque tenemos la competitividad en vena (eso incluye ciertas miradas). Y entre mujeres y por nuestro aspecto, más todavía. Si no no habría gordofobia, ni trastornos alimenticios ni nada de eso. Negarlo es una bobería.
Ahora, deberías pensar que estar pendiente de los demás y de cómo te miren no es sano. Si son acomplejadillos y con mala uva, allá ellos. Tú eres tú y no tienes que dejar de ser por la peña.

El hecho de que tú te hayas fijado a ese nivel en todas las chicas como para saber la cara que tenían y hacia donde venían, me hace pensar en tu lenguaje no-verbal. Es decir: seguramente fueras fijándote insidiosamente (ejem) en otras mujeres buscando su reacción, cambiando de una cara a otra, y caminando con los hombros hacia delante y cara de susto o de enfado por lo que te rondaba la cabeza.
Aunque sea por reflejo esa actitud te devuelve miradas. No para «vengarse» de la tuya, sino porque es un acto reflejo.

Dicho esto, de verdad, no creas todo lo que hay en tu mente. Si ya pasaste por un TCA ya que explicarían que tenías una distorsión y que veías tu cuerpo de manera distinta a como es en realidad. Ahora traslada eso a las miradas. Tienes aún retazos de esa distorsión y tu mente te hace ver cosas que no existen.
Para ir saliendo del atolladero intentaría la próxima vez, salir a pasear sin fijarme en ninguna sola mirada y controlando que mi cabeza esté bien erguida y mis hombros atrás. Es decir, con una postura de dignidad tú ya le mandas al cerebro el mensaje de que la tienes. Lo de no mirar a los demás no lo digo para que andes muerta de miedo evitándoles, sino para ahorrarle a tu mente las tonterías que te cuenta para hacerte sentir mal. Porque hasta que no sanes tu autoestima, cuenta con que va a seguir boicoteandote. Entonces tú a lo tuyo. Mirada al frente y listo.

¿Que qué opinamos? Que parece gustarte sentirte el centro de atención y que necesitas un psicólogo.
De nada…