CUANDO MENOS TE LO ESPERAS 10: Café

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    Científica emperdernida on #341312

    Hola!

    Aquí os dejo el siguiente capítulo del relato sobre Amaia y Mikel.

    El final se acerca!!!

    **********************************************************************

    Un primer beso espectacular. Estoy en shock, mi mente se deja llevar junto con mi cuerpo y me derrito. Los besos de Mikel son espectaculares. No puedo parar de besarle esos labios que tiene y que me buscan a cada instante. Son besos cálidos, apasionados y llenos de sentimiento.

    “Ejem, ejem”, me separó un poco de Mikel y veo que su amigo Rubén nos está mirando. Qué vergüenza. Me he dejado llevar tanto que he olvidado donde estábamos. Seguimos sentados en la mesa de su restaurante. Sé que ese ambiente me ha ayudado a dejarme llevar.
    Mikel me sonríe, sus ojos brillan y no puedo evitar sonrojarme. “Estaba muy bueno el postre”, le dice a Rubén sin dejarme de mirarme. Yo me ruborizo. No estoy acostumbrada a esta clase de elogios y menos en público.

    Mientras voy al baño a recomponerme un poco de estos últimos minutos, decido escribir en el grupo de las amigas una bomba: “Mikel besa muy pero que muy bien”. Estoy encantada, no puedo parar de sonreír y sentirme muy contenta. Los mensajes no se hacen esperar, pidiéndome toda clase de detalles pero ahora no puedo hablar y mando un audio: “chicas, estoy en una nube pero ahora no puedo hablar. Luego os cuento”

    Cuando salgo del baño veo a Mikel despidiéndose de Rubén, que se acerca a mí para darme dos besos. “ha sido todo un placer. Me alegro que este mongolo este bien acompañado. Cuando salga esta noche me gustaría verte y poder hablar más tranquilos”, me dice guiñándome un ojo. Miro a Mikel sin comprender y me explica que esta noche tiene una fiesta por el 40 cumpleaños de una amiga suya que tienen en común y que igual se pasaba. “Vente si quieres”, finaliza. No es de las mejores invitaciones, de hecho parece que me lo ha dicho por compromiso. Aunque ni siquiera estoy segura de que le apetezca ir a él tampoco.

    Salimos del restaurante. “¿nos tomamos un café o volvemos para casa?, me pregunta Mikel. “Me tomaría una infusión en alguna terracita, ¿te apetece? He comido tanto que necesito algo para relajar mi estómago. Pero la única condición es que me dejes pagar a mí, tú has invitado a comer”, contesto. “Me parece perfecto, pero que sepas que Rubén me debía un par de favores, jajajaja”, se ríe mientras se toca la barriga. Bueno, quien dice la barriga dice esos abdominales tan perfectos y que tantas ganas tengo de volver a ver.

    Sin darme cuenta Mikel y yo vamos agarrados de la mano, paseamos por unos de los parques del centro y no puedo dejar de mirarle. Él también me mira con sus ojazos y no puedo evitar dejar de sonreírle cuando me habla. Debo parecer tontita pero no me importa.
    “Quiero volver a besarte”, dice de pronto parándose en seco. Me mira y sonríe. Yo le devuelvo la sonrisa y acercándome a él, le contesto “¿y qué te lo impide?”. Esta vez soy yo la que me lanzo a tocar sus labios con los míos. No puedo separarme de él. Me da igual que la gente nos mire, es nuestro momento. Mikel me agarra por la cintura y yo le rodeo el cuello. Parecemos dos adolescentes pero no puedo evitar dejarme llevar. Es un poder que Mikel tiene sobre mí. Y que me encanta.

    “¿y si ese café nos lo tomamos en tu casa?”, propone dejando de besarme. Le miro, me sorprende que haga esa proposición tan rápido. Igual lo que quiere es una sesión de sexo y listo. Igual me estoy emocionando en exceso. Igual solo quiere un polvo. Igual solo quiere aumentar su lista de conquistas. Mi mente siempre me juega malas pasadas en este tipo de situaciones. Bueno, tampoco lo sé porque no es que viva este tipo de situaciones a diario.

    “Bueno, si no quieres no pasa nada. No pongas esa cara. Lo he dicho porque es algo que me apetece desde hace mucho pero en la mía está mi abuelo y, de momento, no quiero presentarte a mi familia. Amaia me gustas mucho y desde hace tiempo pero hay cosas en mi vida que prefiero mantenerte al margen”.

    No sé si vosotras pensaríais lo mismo que estoy pensando yo. La cabeza me da vueltas y necesito sentarme en un banco cercano. En primer lugar, mucha gente me dice que mi cara es el reflejo de lo que estoy pensando en cada momento pero no sabía que era tan evidente. Segunda cosa: LE GUSTO. Sí, sí, lo ha dicho y yo lo he oído. Ya no son imaginaciones mías ni ver cosas donde no las hay. Me lo ha dicho. Y tercero: ¿qué oculta mi caballero perfecto?

    Levanto la cabeza y mi boca solo acierta a decir: “Tú también me gustas”. Mikel se sienta junto a mí y me abraza. Me abraza tan fuerte que puedo oler su colonia y sentir tus latidos ya que después de darme un tímido beso, apoya mi cabeza en su pecho. Sus manos recorren mi espalda haciendo que la piel se me erice y haciendo que mi cuerpo vuelva responder a unos estímulos que ya creía olvidados.

    “vamos a mi casa”, le digo mientras me levanto y tiro de él. Mikel se levanta de un salto y no puede evitar abrazarme, acariciarme y tocarme de camino a donde hemos aparcado la moto. Yo tampoco me quedo corta y la verdad es que aprovecho todos los besos y caricias que me da.

    Nos montamos en la moto y en esta ocasión es Mikel él que me pone el casco, dándome un beso cuando termina. Yo me dejo llevar y me agarro lo más fuerte que puedo a su cuerpo mientras arranca. Durante lo poco que dura el viaje, Mikel aprovecha cada semáforo en rojo para besarme y no deja de acariciarme mis manos que rodean su cuerpo. Mi mente no puede parar de dar vueltas: me apetece muchísimo acostarme con Mikel pero, como siempre, una parte de mí no puede evitar ponerme en alerta. Decido obviarla.
    Llegamos a mi casa y subimos en el ascensor sin poder dejar de besarnos. Los labios de Mikel son adictivos y hay algo que me impide poder separarme de él. Sus manos se han colado por debajo de mi camiseta y las mías han bajado hasta su culo. Madre mía, qué ganas tenía de tocarlo. Desde el primer momento que le vi, sabía que iba a tener un culo espectacular pero lo que no pensaba es que me iba yo a poder deleitar tanto con él, tocándolo y agarrándolo para apretar su cuerpo al mío.

    Llegamos a mi casa y la verdad es que no sé ni cómo. Tengo a Mikel que no me da ni un segundo de respiro y eso me hace enloquecer. Me separo vagamente de él para enseñarle la casa y le ofrezco una cerveza. “Creo que el café era una excusa, ¿no?”, me rio mientras voy a la cocina. Allí consigo respirar un poco, veo que no he fregado el desayuno y que puede que la casa este un poco desordenada. De pronto, me percato que pueda que no tenga condones. Ya sabéis que estoy o estaba en una fase de mi vida que no esperaba tener sexo ni ningún tipo de relación pero de ahí el título: Cuando menos te lo esperas.

    Vuelvo a mi pequeña salita y veo a Mikel mirando mis discos, descalzo. Se voltea y me dice “espero que no te importe, estoy más cómodo así. ¿Me dejas elegir la música?, yo me rio porque hace por lo menos un año que el equipo de música dejo de funcionar tiro mucho de Spotify. Me siento en el sofá y él no tarda ni medio segundo en venir junto a mí.

    Sus brazos me rodean y sus labios se apoderan de los míos. No podemos parar de besarnos. Nuestras manos cobran vida y se cuelan por debajo de nuestras respectivas camisetas. Me deleito tocando y acariciando el cuerpo de Mikel. Su espalda fuerte y su torso me vuelven loca.

    Ya no hay vuelta atrás. Mi cuerpo responde a todos los estímulos sin dejar que mente piense en nada. Solo en él. Sólo en Mikel.
    Me reclino un poco en el sofá medio tumbándome y Mikel se incorpora para poder quitaarse la camiseta. Me muerdo el labio inferior. Sabe qué efecto está teniendo en mí. Ese efecto que hace que pierda la razón. Me agarra mi camiseta y tira suavemente de ella hacia arriba. “ Me gusta tu sujetador”, dice riendo con cara de malicia “pero creo que debería ir fuera ya”. Dicho y hecho. Se ve que tiene experiencia y en un abrir y cerrar de ojos me veo medio desnuda frente a él. “Ahora estamos en igualdad de condiciones”, me susurra mientras no puede evitar mirarme y tocarme.

    Me besa el cuello mientras me acaricia toda la espalda haciendo que mis pezones se endurezcan. Para cuando su lengua y su boca llegan a ellos, están como rocas. Me levanto, le agarro de la mano invitándole a seguirme hasta mi habitación.
    Cierro un poco la persiana porque nunca he sido de mucha luz y contando que no deben de llegar a las seis de la tarde, en mi opinión hay mucha.

    Antes de tumbarme en la cama, me quito los vaqueros y Mikel se sienta mientras hace lo mismo. Me agarra de la cintura atrayéndome hasta él. Me encaja entre sus piernas y me da pequeños besitos en mi abdomen. No hay nada que me excite más. Cosquillas y besos es esa zona. Levanto su cabeza para poder besarle y es en este momento cuando me doy cuenta de la erección bajo sus bóxers negros.

    Me siento a horcajadas encima de él sin dejar de besarnos y noto su miembro duro entre mis piernas. Diría que estoy mojadisima pero mentiría porque la verdad es que estoy empapada. Sus besos y caricias hacen que este lo más preparada posible para tenerle dentro de mí. Pero Mikel parece que no tiene prisa, sigue tocándome y besándome entera. Me gusta que me haga esperar. Nada de polvos rápidos. Todo a su ritmo óptimo.

    Me voltea y me quedo tumbada atrapada por su cuerpo. “Rizos, no puedo más…me tienes loco”, me dice con su voz sensual mientras su mano se cuela debajo de mis bragas. Mmmmm, qué buena sensación. Ya ni me acordaba de lo que era tener una mano ahí abajo que no fuese la mía. Entre una especie de gruñido y jadeo me dice al oído “no soy el único que está preparado” metiéndome uno de sus dedos dentro de mí.

    Empiezo a jadear pidiéndole más y más. El aparta mis bragas y noto sus respiración muy muy cerca. Me besa, me lame, me chupa, me todo…y yo me dejo llevar por uno de los orgasmos más brutales hasta el día de hoy. Glorioso. Me ha dejado sin respiración. Le agarro por la nuca y hago que suba su cabeza hasta mis labios. Nos besamos con fuerza, sin ningún tipo de tregua. Y mi corazón late desbocado

    No sé en qué momento se ha desnudado por completo, agarra mi mano haciéndome que toque su endurecido miembro y suelta un gemido. Creo que le ha gustado al ver su cara, así que sigo tocándole cada vez con más fuerza. Mikel empieza a gemir y estaba vez soy yo la que acerco mi boca a su polla. Le está gustando a deducir por sus gemidos y jadeos en los que me pide más y más. En un momento dado en el que yo estoy chupándosela y él con su mano dentro de mí, me dice que pare.

    No acierto a pensar si es porque se va a correr o por algo que haya hecho mal. Se levanta, se va a la sala y vuele v con un condón puesto, me hace levantarme con excesiva fuerza y me apoya contra la pared. No puedo moverme porque Mikel se coloca frente a mí. Me besa con determinación y pasión. Sus besos han pasado a ser salvajes. Me gustan y me excitan. Tengo poco margen de movimiento pero Mikel me levanta una pierna y se introduce dentro de mí. Me jadea en el oído, “oh, si…Rizos, no sabes cómo me he imaginado esto”, me gime mientras me embiste con fuerza contra la pared. Yo dejo llevar, y en un par de embestidas ambos nos corremos. Nos teníamos muchas ganas.

    Mikel me suelta y me acompaña a la cama donde me abraza. “lo siento, Rizos. No quería que nuestra primera vez fuera así pero te deseaba mucho y no he podido contenerme”, me susurra. Yo aún estoy recobrando la respiración. Nunca he tenido un sexo tan salvaje como este y creo que me he estado perdiendo demasiado. Me ha hecho sentir demasiadas cosas que nunca había experimentado.

    Mikel y yo no dejamos de hacernos cosquillas y caricias durante un buen rato desnudos en la cama. Se incorpora y me pregunta si realmente me apetece ir al cumpleaños de su amiga. No sé si es buena idea que las cosas vayan tan rápido pero ¿por qué no?
    Primero Mikel tiene que pasar por su casa para comprobar que su abuelo está bien y dejar la moto. Hoy es sábado y hay metro toda la noche. Mientras vamos hacia su casa, me pregunto si piensa presentarme pero al llegar me dice que espere abajo así que decido sentarme en un banco a revisar mi móvil.

    No lo he sacado ni de mi bolso, cuando veo un coche aparcado en doble fila. Es un coche que me resulta familiar pero como no caigo de quien puede ser, me quedo mirando. Suena mi móvil. Es Mikel y me dice que tardará un poco más porque su abuelo aún no ha vuelto. Me hace sonrojar mientras me dice que no puede dejar de pensar en mí y en nuestra tarde. Yo me sonrojo y le amenazo con colgar porque me estoy muriendo de la vergüenza en medio de la calle.

    Junto a mí, pasa un señor en silla de ruedas que se despide del coche que me resultaba familiar. Me giro y me doy cuenta que es Jorge. Justo cuando voy a cruzar para saludarle, acelera y se marcha sin darme ni tiempo para reaccionar. Mientras dejo pasar al señor y le ayudo con la puerta del portal, me pregunto qué mosca le habrá picado a Jorge. Estoy segura de que me ha visto.
    Me giró y mientras se cierra la puerta del portal, el señor me dice: “Gracias Amaia, mi nieto tiene mucha suerte de tenerte como amiga.

    Estoy en shock, ¿es el abuelo de Mikel? ¿era realmente Jorge el del coche? ¿Qué relación tienen entre ambos? Mi mente va a explotar

    ************************************

    ¿qué opináis? ¿os ha gustado?

    Agradezco vuestros comentarios!

    La Científica empedernida


    Responder
    Ana GR
    Invitado
    Ana GR on #341436

    Capitulazo! Muy morboso
    Quiero el siguiente ya!

    Responder
    SAN
    Invitado
    SAN on #342043

    Me ha encantado =)

    Responder
    I.
    Invitado
    I. on #342130

    Bravo!!
    Con lo interesante que está, a ver cómo nos aguantamos hasta el siguiente ;)

    Responder
    Científica empedernida
    Invitado
    Científica empedernida on #344129

    Chicas!
    No me ha dado tiempo a terminar el último capítulo…sintiendolo mucho, se tendrá que esperar a septiembre para leerlo.
    Perdonad!

    La Científica empedernida

    Responder
    I.
    Invitado
    I. on #345095

    Últimos capítulo??? Ooohh…
    Lo esperaremos con ansia, en poco más de 15 días ya estamos en septiembre ;) Además, nos vendrá estupendamente para comenzar el curso con las pilas cargadas!!

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