Ya no sé qué hacer. Llevo con mi marido 9 años en total, 4 desde que nos casamos y 5 de ellos de novios. Vivimos juntos desde hace 5 años, también. Al principio, cuando nos mudamos, todo lo repartíamos más o menos a medias. A él le gusta cocinar, así que solía hacer la comida o la cena, salvo si llegaba más tarde que yo del trabajo. Yo fregaba y el resto de cosas como la limpieza y las lavadoras las hacíamos juntos casi siempre. La cosa empezó a cambiar un poco cuando nació la mayor hace 3 años. Él seguía cocinando, más o menos, pero yo empecé a ocuparme más de limpiar y de la niña. Cabe decir que los dos trabajamos, yo soy funcionaria y él está en una multinacional. Mis horarios suelen ser mejores que los suyos, pero antes de las cinco yo tampoco estoy en casa (él puede llegar a las seis, siete, según el día).
Desde que ha nacido el peque, tiene casi dos ya, parece que se le ha olvidado lo que es compartir tareas. Soy yo la que está todo el día con ellos, hace malabares para que la casa esté medio decente y, básicamente, no tiene vida. Cuando se lo digo, me dice que él tolera más desorden que yo, que si quiero, espere a que él descanse para que recoja, pero que a él no le importa que esté todo un poco más desastre (por ejemplo, la ropa puede estar tendida en el salón tres días, si no 1uito yo el tendedero, no sé quita). Cuando le digo que yo también estoy cansada me dice que me pida una reducción de jornada, yo que puedo. Cuando le digo que se la pida él, me dice que
1. No lo tiene tan fácil porque no es funcionario y
2. Que el gana más que yo y bien que me gusta vivir bien.
Vivir bien?? Sí, me gusta comprar carne en carnicería o darnos el gusto de comer pescado todas las semanas, pero no es que este comprando me caprichos solo para mí con su dinero. Tenemos cuentas separadas salvo para gastos comunes, que ahí si que aporta más él.
Cada vez que saco el tema, se enfada, y parece que soy yo la que está de mala leche todo el día y creando conflicto, pero es que estoy muy muy cansada. Ayer volví a decirle que hiciésemos una lista de tareas y nos comprometiésemos a hacer nuestra parte antes de que acabe la semana, gestionándolo como queramos cada uno, y él me dijo que bueno, pero que como él gana más, yo tengo que hacer más en casa a cambio. Perdona?? Me enfadé y me hizo quedar como una histérica. Muy calmado, me dijo que le diese una razón para no hacerlo. Odio cuando va de sereno y calmado. Claro, no tienes obligaciones más allá del trabajo. Yo estoy todo el día estresada en el SEPE porque no tenemos personal, la mayoría de los días ni puedo cogerme el descanso para comer, como cuando puedo al llegar a casa, más allá de las cinco. Y está todo patas arriba. Porque no es solo que no haga nada, es que también lo deja todo por ahñi tirado… No sé que hacer, de verdad…