Este post no es exactamente una consulta, ni un problema o duda sino una manera de expresar públicamente algo que me pasó a finales del año pasado y que, sin saber aún lo que va a durar, ya me ha cambiado la vida. Esto quiero compartirlo con todas vosotras. A veces, sólo a veces, suceden cosas maravillosas.
Soy una persona con obesidad, peso 91 kilos y mido 1,53m, pero a mis 26 años he conseguido algo que jamás soñaría y es dedicarme al mundo del modelaje y del arte. No puedo describir lo que sentí en el momento que firmé el contrato y aun a día de hoy no me creo que éste sea mi trabajo actual.
El primer día de pose fue muy intenso, estaba muy nerviosa, insegura y con miedo de no gustar, no hacerlo bien o, incluso, ser motivo de mofa e insultos debido a mi físico. Pero resultó todo lo contrario. En ningún momento me sentí desnuda, insegura o expuesta, sino que me inundó una sensación de libertad, seguridad y poder que nunca había sentido. Al subir a la tarima me siento empoderada, querida, respetada y segura. Ser modelo de bellas artes es muy duro y no todo el mundo es capaz de aguantar las largas sesiones de poses o interpretar las indicaciones del profesorado y alumnado. También hay que saber expresar con el cuerpo. Los modelos no somos estatuas humanas, sino que sentimos y es esa capacidad de establecer una conexión con el alumno lo que diferencia al buen modelo. Siempre tiene que haber un quid pro quo.
Debido a mi físico siempre se me han vetado según qué profesiones y ahora, después de haber estado todo un curso académico posando y ganándome el respeto de la gente de la facultad (y con previsión de seguir unos cuantos años más) a toda esa gente gordofóbica que disfruta con el sufrimiento ajeno le digo lo siguiente: en vuestra cara.
No sólo he conseguido un trabajo dentro de un ámbito tradicionalmente normativo, sino que estoy teniendo éxito. Mi huella ya no se puede borrar; he participado en la formación de futuros artistas y mi cuerpo forma parte ya del imaginario y del canon actual de belleza. Las generaciones futuras me verán dibujada, esculpida y pintada en las paredes de la universidad, en trabajos académicos, obras artísticas y manuales universitarios. Sorry not sorry.