En lo que a esto respecta, eres una madre estupenda.
Tú lo que priorizas es la felicidad de tu hijo. Que tenga el regalo que le guste.
Tu marido prioriza su comodidad (que todo encaje en su patrón de lo que es ser un hombre y con qué debe jugar un niño con pene) a la felicidad de tu hijo.
Si tu pareja tiene problema con deconstruirse y revisar su concepto de lo que es ser un niño o cómo debe actuar, que sepa que un hijo no es un apéndice de nuestro cuerpo que tenemos que modelar como queramos. Tu hijo, como cualquier persona, tiene su personalidad, gustos y cualidades. Él las debe respetar, uno porque el niño tiene derecho a ser como es y a ser feliz y porque vivimos en una sociedad que acepta y aplaude la diversidad. Las personas, incluso nuestros hijos, son lo que ellos quieran ser, no lo que los padres quieren que sean.
Sigue así. Porque cuando sea mayor, tu hijo no recordará muchos de los momentos que visteis ni los juguetes que le regalaste, pero nunca olvidará lo que le hicisteis sentir. Y tú solo quieres que se sienta feliz, eso es crianza. Eso es amor. Hechos, son amores
Nilly