Trucazos de marinero para no marearte en tu próximo viaje en barco

 

“¡Vacaciones en barco!”, no sé en qué jodido momento eso me pareció una buena idea. Surgió del típico “no hay huevos” que acabas transformando en una realidad. Con cero experiencia naval y creyéndome que coger un barco era similar a un coche, me embarqué junto a un par de amigas en una aventura acuática que acabó con nuestras cabezas metidas en bolsitas de papel antimareo. Me negué a que mis días libres de verano se convirtiesen en un festival de ácidos biliares, por lo que en nuestra primera parada en tierra me paseé por todo el puerto para seguir las recomendaciones de verdaderos expertos/as en la mar. 

Antes que nada, advierto que desconozco la base científica de estos consejos de marinero Pescanova. Simplemente os compartiré lo que a mí me funcionó. FIN. Quizá tú puedes surcar el mar sin chupar limones y en la proa del barco emulando a Jack y Rose en Titanic; si es así, felicidades. Tienes mi admiración. Yo fui de las desgraciadas que lo pasó francamente mal, vomitando hasta la primera papilla que mi madre me dio hace más de tres décadas. Amiga, si puedo ayudarte a que tu viaje sea más llevadero, ya me doy por satisfecha. 

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La localización del barco

En su momento, el capitán del barco recomendó sentarme en proa con la vista perdida en el lejano horizonte; para mí, personalmente, fue un error. Entiendo el concepto, pero nuestro estilo de barco, más tipo catamarán, delante se movía un montón. Arriba, abajo. De un lado, al otro. Protagonizamos la peli de La tormenta perfecta y no había quién aguantase en la parte delantera del navío. En el centro del barco, encontré mi lugar zen. Y ni sillas ni sofás. Cuerpo a tierra. Al suelo. Tumbada y viendo la vida pasar, contando los minutos para salir de aquel infierno. 

Viaja en sentido de la marcha 

Sé que es de 1º de navegante, pero nunca está de más tenerlo en cuenta. Si te va bien ir delante para evitar marearte, ponte delante; ¿en el la popa?, vete a la popa…, como si te decantas por viajar en la bodega de los coches. Lo importante es viajar en sentido de la marcha del barco. No te pongas de espaldas, ni de lado ni hagas inventos. Hacia delante. 

Chupar un limón

Aunque suene a reto de Tik Tok, chupar un limón ayuda a no vomitar por mareo. Mientras lo estés chupando, como si fuese una dentadura postiza, no sé qué diablos ocurre en el cuerpo, pero te garantizo que reduce las náuseas. Te lo garantizo yo y los cinco pescadores a los que pregunté, que se tuvieron que quitar el limón de la boca para contestarme. 

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Hielo en la nuca

Me lo acercó el mismo tipo que minutos antes me había preparado un mojito helado para disfrutar del paseo en barco. Al verme vomitar, me acercó una bolsita con hielos y me la colocó en la nuca. Sentí alivio ipso facto. ¿Por qué? No lo sé. Tampoco sé si fue el hielo o tenerlo a él cerca. 

No comas, y de comer… ¡salado!

Una militar naval me recomendó no comer durante la travesía y, de hacerlo, que fuese algo salado. Frutos secos, patatas fritas…, alimentos tipo snack de ese estilo. También me desaconsejó ingerir bebidas gaseosas y azucaradas, salvo isotónicas. Mierda, ¿y mi mojito?

30 minutos antes: una (o dos) pastillitas de dimenhidrinato 

Conocida como Biodramina, Dios bendiga a su creador. Y si son con cafeína, muchísimo mejor. La recomendación es tomarla 30 minutos antes, aunque su efecto se estira hasta las 6 horas. Como no soy médico, he dudado sobre si añadir o no la Biodramina a esta serie de consejos, pero seguro que eres lo suficientemente madura como para leerte el prospecto y preguntar cualquier duda a tu médico o farmacéutico. Que ir tumbada en el suelo está bien, pero con la Biodramina puedes meter el limón y el hielo en un vaso y hacerte una limonada fresquita mientras surcas el océano. 

Y… ¡qué te dé el aire!

Si existe la posibilidad de que la brisa marina te dé en toda la cara, aprovéchala. También vale un abanico o, en su defecto, una bolsa antimareo. 

 

No dejes que el mal tiempo o tu predisposición a marearte te fastidiasen unas “vacaciones en el mar” de ensueño. Sigue el consejo que mejor se adapte a tu estilo de viaje y pásalo en grande. 

 

Anónimo